Conforme han ido creciendo los robos de accesorios y otros componentes de vehículos en Ecuador, se han ido creando servicios y herramientas de protección que son ofrecidos a sus propietarios como defensa ante el ataque indiscriminado de la delincuencia.

Al menos el 45% de personas que compra un vehículo acude a los sitios que ofertan ese servicio para asegurar accesorios, insignias y demás componentes, como la batería, llanta de emergencia y memoria, asegura Ángel López, propietario de un negocio que funciona en Guayaquil desde hace 33 años.

Recalca que antes del año 2017 apenas un 10% se preocupaba de asegurar las partes y piezas de su carro. No obstante, la afectación a los conductores creció luego de la pandemia del Covid-19 y por ende la búsqueda de protección también. “A partir de ahí siquiera la demanda creció un 20%”, indica.

Tampoco deja de mencionar que, en la última década, con el aumento de jóvenes consumidores de drogas, los denominados “hacheritos”, elevó la cifra de atracos y por ende la demanda del servicio que su negocio ofrece. “Lo que más se roban son retrovisores, que venden después en 2 o 3 dólares para el consumo de la droga”, lamenta.

Para contrarrestar el robo de esa pieza, en Guayaquil hay talleres y almacenes de servicio donde aseguran con cable el retrovisor y el espejo, lo que impide que el delincuente se salga con su cometido, y el propietario del vehículo pierda entre 200, 300 y hasta 700 dólares.

Tanya Vásquez, experta en ese tipo de negocio, explica que, con el tiempo, incluso se ha desarrollado un seguro para la compuerta de camionetas. Así se evita que quienes hacen traslados en el balde de esos carros pierdan sus cargas en las vías.

Otra parte en la que se instala un seguro es el capó de los vehículos. “Cuando roban suelen halar el cable que se acciona cada que se abre el capó. Por eso, para asegurarlo, el técnico cambia de posición el cable; y, además, lo coloca dentro de un tubo como protección”, explica.

Pero si el capó no tenía seguro y el antisocial lo abrió para robarse un componente costoso, como es la memoria, o la batería, hay negocios en Guayaquil donde se ofrecen protectores para ambas partes del vehículo. Son piezas de acero, elaboradas a la medida de cada marca y modelo del automotor, las que van empernadas al chasis.

Además de las láminas de seguridad, que se colocan incluso en el parabrisas, también existen seguros para brazos de las plumas; además, de tranca palanca, tranca volante, tranca pedal; pin para proteger la llanta de emergencia y todas las ruedas.

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