Si cuando enciende su vehículo siente que está perdiendo potencia, préstele atención al alternador y acuda a su taller de confianza para un mantenimiento óptimo. Así evitará que se deterioren sus componentes y deba comprar uno nuevo, ya que pudo terminar su vida útil.

Maestros eléctricos explican que lo aconsejable es dar mantenimiento una vez por año al alternador, considerado una pieza fundamental en la generación de energía eléctrica, pues se encarga de potenciar la batería del vehículo y alimentar los otros componentes que la requieren cuando se pone en marcha el auto.

Si usted posee un carro relativamente nuevo, con uso de año y medio, o máximo dos años, es momento de que se preocupe por realizar una revisión y limpieza del alternador. En el proceso, según la apreciación del eléctrico, puede ser necesario el cambio de los componentes.

“Regularmente ingresa polvo por medio de la banda, que llega a los rulimanes; a veces, como es algo leve, el conductor no se percata, pero cuando uno desarma se encuentra con ciertas alteraciones en la masa y/o la coronilla, por el roce”, refiere Víctor Meza, con más de 4 décadas de experiencia en la actividad.

Con ese mantenimiento, explica, evita que se afecte la batería del vehículo y el mismo alternador, que es lo primero que comienza a afectarse, muchas veces por el roce al deteriorarse piezas, como los rulimanes; por eso debe hacerse un mantenimiento regular cada año. Así un alternador puede llegar a los 8 y 10 años de vida útil.

En talleres electromecánicos de Guayaquil el mantenimiento de esta pieza puede tener un costo que va desde los 15 dólares; y no siempre depende de la gama del vehículo, sino más bien de la dificultad que se presente al desarmarlo. Por ejemplo, indica el profesional, hay vehículos a diésel que pueden presentar mayor dificultad.

Técnicos comentan que a sus talleres llegan vehículos nuevos, a los que supuestamente les han hecho mantenimiento donde fueron adquiridos. “Los propietarios nos informan que los alternadores sí han sido revisados, pero cuando abrimos nos encontramos con la novedad de que tienen el sello de fábrica, lo que significa que solo los limpian por fuera, por eso presentan fallas pronto”, dice uno de los profesionales.

Jorge Nacipucha, técnico eléctrico, refiere que un alternador nuevo original puede costar 500 dólares y el genérico unos 180 dólares, pero este último es “una lotería”, pues tiene poca vida útil; en tanto que reparar uno cuesta entre 100 o 120 dólares, con eso el alternador puede servir para uno o dos años.

“Cuando se colocan otros equipos en el vehículo, como plantas de audio, se debe reemplazar el alternador que tiene por uno de mayor amperaje, para que pueda rendir a la exigencia. Se debe reemplazar el alternador y la batería por otros de más capacidad para un mejor almacenamiento de energía”, apostilla.