Se activan con un sensor, y son parte de la seguridad pasiva del vehículo, porque integran un sistema que entra en funcionamiento para proteger a los ocupantes solo cuando se está suscitando un siniestro con el vehículo. Se trata de los airbags (bolsas de aire), herramienta esencial de seguridad en un auto que, para que surtan efecto, todo conductor debe exigir a sus acompañantes el uso del cinturón.

Así lo explica el Ricardo Suárez, experto en temas automotrices. “Dada la fuerza y la velocidad con la que se inflan las bolsas de aire, si es que las personas no llevan el cinturón de seguridad, al contrario de tener protección en un evento, podría ocasionarles daños o lesiones graves. Es decir, va a disminuir o prácticamente anular la acción para la que ha sido creado el airbag”, indica.

En la mayoría de vehículos, cuando los airbags se activan, existe un sensor que detecta el impacto (ya sea por choque o volcadura) y emite una descarga eléctrica a un detonador, que se encuentra junto a un generador de gas. Cerca está una bolsa del airbag, llena de un compuesto químico sólido. El detonador provoca una reacción que genera el gas suficiente para inflar la bolsa en solo milésimas de segundo.

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La mayoría de vehículos son fabricados con seis airbags: dos que protegen al conductor y el acompañante; otros dos son laterales, ubicados al nivel toráxico, aunque algunos vehículos tienen fusionados los frontales y laterales. Y dos están en la parte de atrás.

No obstante, ahora en el mercado nacional e internacional hay automotores que poseen hasta diez airbags: los que están distribuidos en la parte frontal, otros para proteger las rodillas; cuatro en la zona lateral del carro; otros que sirven de cortina y un último en la parte de atrás, según la información técnica que ofrecen los fabricantes.

Además, refieren que los sistemas de seguridad dentro del vehículo desempeñan un papel esencial en la protección de los ocupantes.

A medida que un modelo incorpora refuerzos en esa línea, el conductor experimenta una sensación de mayor tranquilidad. Como sucede con las “bolsas de aire” que amortiguan la fuerza del impacto que salvaguarda la vida del conductor y los pasajeros.

En Ecuador, existen vehículos cuyos airbags no solo cumplen su función de protección física, sino que además actúan como sensores integrados: al activarse, alertan automáticamente a un asesor, a través de una plataforma tecnológica para brindar asistencia inmediata ante cualquier emergencia.

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