Lo primero que causa impresión es su acento. Si no confesara que nació en Canadá, diríamos que Valeria Bazante es una quiteña de pura cepa. Aunque así se autodefine mientras inicia el diálogo con SEMANA desde Guadalajara, México.

Su simpatía e increíble elocuencia para expresar todo lo que está transitando su carrera, resaltan en los primeros minutos de la llamada.

Valeria se está internacionalizando en el mundo de la moda y a su manera. Después de haber forjado una trayectoria en el calzado ecuatoriano, se mudó de país, hizo una pausa y ha vuelto a diseñar con grandes sorpresas.

Fue elegida como una de las 35 diseñadoras latinoamericanas que expondrán en ‘Espacio Vogue’ de Miami y Ciudad de México. Todo parece indicar que e ste será el gran año de Valeria.

• La creación en su ADN

Desde sus primeros años de vida su padre, pintor, y su madre, curadora de arte, ejercieron influencia para que ella transitara por ese fascinante mundo creativo.

“Crecí con el olor a trementina. Siempre metida entre obras”, dice y agrega que fue el frío de Canadá lo que motivó a sus padres a mudarse a Quito, ciudad donde nació su mamá.

Mientras crecía, Valery, como la llaman sus allegados, iba demostrando su talento en el dibujo. “Me comenzó a encantar el diseño y sobre todo el de zapatos, pero no había una especialización de calzado en Ecuador”, recuerda. Así que optó por estudiar Relaciones Públicas.

Con el título bajo el brazo trabajó en agencias de publicidad y multinacionales organizando eventos y manejando marcas. “Tenía 25 años y en esa época mi mamá enfermó y falleció de cáncer. Fue entonces que comencé a replantear el rumbo de mi vida y renuncié”.

China y Colombia fueron los países donde pasó el duelo y al visitar una feria de moda en Medellín se reconectó de nuevo con lo que siempre quiso ser. Desde entonces, sus días en el diseño no han parado.

• Calidad y diseño en cada pisada

Sus primeros bocetos de zapatos los mandó a realizar a Colombia y empezó exhibiéndolos en un showroom que compartía con una diseñadora de moda en Quito.

Sin embargo, con el tiempo comenzó a importar pieles desde Italia y a trabajar con artesanos ecuatorianos, de quienes también fue aprendiendo. “Lo único que no me gusta hacer es coser”, comenta entre risas.

Sus diseños artísticos, exclusivos y a la medida hicieron que empiece a ser conocida y pudo formar su taller. De ahí que la mujer que lucía sus diseños sabía que tenía un toque diferenciador en cada pisada.

La alfombra roja de los Grammy y pasarelas locales como las del Designer Book (de Quito y Guayaquil) la ayudaron también a hacerse un nombre y de a poco fue abriéndose camino en el diseño de carteras. “Cuando uno quiere, todo se puede. Siempre habrá forma de cumplir lo que quieras”, dice sobre esa etapa de auge en la que despertó el interés de las mujeres que valoraban calidad y diseño.

• Su internacionalización

Desde su casa en Guadalajara encontró de nuevo inspiración. Había estado fuera del radar del diseño desde el 2019, cuando por motivos personales decidió dejar Ecuador y pausar su ritmo.

“En enero de 2023 dije: O me estrello o me lanzo al estrellato”. Para esto, Valeria ya se había demostrado a sí misma su fortaleza, había superado un divorcio y tenía a cuestas cursos de coaches profesionales.

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Llegó entonces el momento de volver o “renacer” como dice ella y para eso tuvo el apoyo de su amigo Sebastián Monsalve, un ecuatoriano vinculado al mundo de la moda y radicado en Ciudad de México. “Nos reencontramos y en enero enviamos un ‘media kit’ a Vogue”. Y para inicios de abril llegó la sorpresa. “Hicieron una videollamada conmigo desde Miami y al cerrar me puse a llorar de la emoción”.

Fue seleccionada por el grupo Condé Nast (editorial a cargo de revista Vogue, entre otras) tras una curaduría exhaustiva que hacen entre diseñadores latinoamericanos. Esta exhibición es denominada ‘Espacio Vogue’ y se realizará en Miami (del 2 al 4 de mayo) y en Ciudad de México (del 24 al 27 de mayo).

Es así que sus horas transcurren entre ultimar detalles de los diseños de zapatos y carteras de su nueva colección, Renasci, y escogiendo lo que impulsará en ‘Espacio Vogue’.

“Como marca, regreso renovada. Haré zapatos de lujo que brindarán experiencia desde cuando se abre la caja. Y asimismo, se realizarán 18 ediciones de un mismo modelo”, comenta sobre los stilettos, plataformas y más diseños trabajados con pieles. “Es un calzado que se puede comparar con la calidad de un Ferragamo o Carolina Herrera”, dice orgullosa.

Asimismo, potenciará el e-commerce con el fin de llegar a más países. “Me encanta ver cómo mi calzado realza aún más a la mujer. Todas las mujeres tenemos la misma esencia: somos exitosas... desde la ama de casa, madre, empresaria, hasta la fashionista”.

Cuando se le pregunta si cambiaría algo de su vida, como la pausa de cuatro años, dice que no. “Siempre de los errores vienen cosas buenas”. Y con eso vuelven los días en los que Valeria está dispuesta a seguir pisando fuerte.