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En la vida hay que aprender a disfrutar el aquí y el ahora.internet

Holística: lo único seguro es el ahora

La vida es un continuo movimiento que no cesa y fluye naturalmente. Entrar de forma consciente a esa vorágine es liberador.

El movimiento es una constante, desde que se sale del útero de la madre y se observa el mundo, todo lo que conforma tu Ser no está estático: átomos, células, órganos, cuerpo, mente, Tierra, sistema solar, Vía Láctea y el sinfín de megaestructuras del Universo se mueven y expresan.

Anclado en la forma humana, todo momento es irrepetible porque nos movemos. De allí la importancia de disfrutar del aquí y ahora. Nada es lo mismo que antes, y si se pierde un segundo no se vuelve a recuperar.

Esta semana es para disfrutar cada detalle que el presente nos regala. Ni antes ni después reirá como ahora, tampoco llorará, gritará, amará ni sufrirá. La vida es un continuo ir y venir y si no estamos realmente anclados en el hoy o dicho de forma capciosa, subidos a la camioneta, nos deja botados en cualquier momento. Aceptar el movimiento como estado intrínseco de la vida puede resultar un alivio.

Fluir como el agua

Cada vez que nos encontramos en un pozo debido a una experiencia atemorizante, la seguridad de que todo se mueve nos sacará de ahí. Si hay un bajón de energía, muévete. Si existe un dolor que apremia, muévete; si donde te encuentras te sientes incómodo, muévete. Ser como un río: incesante y que fluye con naturalidad es la respuesta a los inconvenientes.

En el camino encontrarás piedras, troncos y baches, pero como el agua, siempre encontrarás formas de avanzar. Al espíritu universal que habita en ti no hay dique capaz de impedirle circular. Cuando estamos preparados para soltar las formas físicas a través de la autoindagación u otra herramienta, darse cuenta de que en realidad es ese espíritu que domina, forma y sustenta todos los estados, te hará prescindir del movimiento si así lo prefieres.

Nos convertiremos en un punto de paz absoluto que la corriente esquiva, porque no será necesario más ser arrastrado por ella, ya que donde sea que vaya, está ahí.

Mientras el darse cuenta llega a su experiencia humana, la observación del movimiento continuo es algo en que puedes establecer tu camino. Sigue el movimiento de su propio ser, y déjate llevar por aquello que solo sabe expresarse libremente. Nada de lo que puede ocurrir desde lo imaginario es permanente dentro de la realidad.

El ahora es ya

Cuando lo vivido golpee tu aún querido ego, recuerda que en el movimiento encontrarás descanso, ya que nada en él es eterno. Esta invitación a reconocer la seguridad del movimiento dentro de lo físico es a la vez una puerta para abrazar el ahora. Tener completo conocimiento de que nada es permanente en la manifestación nos hace considerar lo importante que es estar presente en cada instante, en cada momento, ya que ninguno es parecido al otro, y cada segundo guarda completa magia que lo diferencia al resto.

El ahora no es mantener una atención total en cada cosa que se presenta al frente tuyo. Poner énfasis en todo lo que captan al unísono los 5 sentidos ¡nos volveríamos locos! Disfrutar del ahora es disfrutar lo que estamos haciendo en este preciso instante y, de esta manera, deleitarnos de la experiencia que la vida nos regala.