Técnicas ‘exclusivas’ que mejorarían la calidad de vida, educativa y laboral de niños y jóvenes con Síndrome de Down. Para un niño con discapacidad, lo ‘normal’ es expresar emociones y pensamientos a través de gritos o señas, pero que esa forma del lenguaje desarrolle combinaciones en la pronunciación de palabras, les otorga una ventaja en su proceso. 

Es así que, Regina Sequeiros de la Universidad Nacional de Córdova, llega con capacitaciones que emplean la ‘Integración Oro Postura Sensorial” (IOPS) a diversos fonoaudiólogos del país. “El objetivo del proyecto es capacitar a profesionales fonoaudiólogos y lograr que estas herramientas después sean insertadas en sus diferentes ámbitos laborales” indica Sequeiros.

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El ‘plus’ se basa en tener una mirada integral y un análisis específico del problema, por ejemplo, el procesamiento de las ideas: en qué decir y cómo decirlas; la parte sensorial y muscular: movimientos con la boca y su formación global.

“Una de las técnicas es la modulación del programa motor específico para un fonema, por ejemplo: que posicionamiento debe tener la lengua y los labios para la producción del fonema ‘D’ o para producir una palabra como mamá”, explica la experta. Los sonidos y el habla de un niño con discapacidad es el mayor reto de los expertos.

Un primer intento se lo realizó con un grupo y los resultados fueron evidentes. “Yo soy una de las beneficiadas por mi sobrina. A ella le dijeron que nunca iba a poder hablar y gracias a estos talleres ella ahora dice mamá”, expresa Mónica Mata, presidenta del Club Rotario de Guayaquil Cerro Azul. 

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Una investigación en el accionar de los niños hizo que el proyecto se cristalice y tome forma, "Tu puedes tener a un terapista que ayuda a una persona que tuvo un accidente, problema o la discapacidad es de nacimiento, pero atender a un niño con Síndrome de Down he aquí las terapias IOS para poder llegar a ese niño mejor para que él se pueda comunicar", puntualizó Mata.

Por su parte, el gobernador del Distrito 4400 Ecuador, José Changkuon, asegura que no es el único proyecto que tienen en mente y que a estas propuestas la van a derivar a otros grupos de niños con discapacidad. "Es una gran labor y felicito a la presidenta del club Rotario de Guayaquil Cerro Azul por este proyecto que beneficia a muchos niños y en un futuro poder incluir a niños con autismo porque soñar no cuesta nada". 

Este proyecto lo promueve los clubes Rotarios locales y extranjeros, la empresa privada y la academia. Así también, el respaldo y colaboración de Fasinarm y Fasan.

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La iniciativa le otorga becas a 40 profesionales junto a dos certificados. La jornada educativa se desarrolla desde el 14 hasta el 18 de noviembre en el campus deportivo del Centro de Entrenamiento Vocacional (CEVE), de la fundación Fasinarm.

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