En los últimos años se ha visto un alto crecimiento de enfermedades causadas por el consumo de exceso de azúcar en la dieta. Una de las principales razones es que desconocemos qué alimentos se convierten en azúcar al comerlos y cómo impacta en nuestro cuerpo su consumo regular.

Al día de hoy tenemos a la mano información aplastante y numerosos estudios científicos sobre todos los daños que genera el exceso de azúcar en nuestro sistema neurológico, hormonal y digestivo; y que las enfermedades del síndrome metabólico como la diabetes tipo 2, hipertensión, hígado graso y enfermedades cardiacas a causa de esta son más comunes de lo que pensamos.

Es importante saber que el azúcar se convierte en glucosa dentro de nuestro cuerpo para que sea utilizada como fuente de energía inmediata, pero no es la única proveedora. También la grasa es un gran combustible. Cuando el cuerpo agota las reservas de energía de la glucosa, tiene la capacidad de acceder a esta segunda opción. Solo accedemos a la grasa como combustible en ausencia o niveles muy bajos de glucosa; por eso en dietas como la cetogénica se consiguen muy buenos resultados en pérdida de peso, regulación hormonal e independencia de la conducta adictiva al azúcar.

Los carbohidratos son un macronutriente muy común es nuestra alimentación, pero además aportan elevados contenidos de glucosa en una dieta mal estructurada. 

Alimentos procesados de supermercado como snacks, cereales, pastas, aderezos, adobos y otros; o incluso alimentos naturales como ciertas frutas, el arroz, la papa, el plátano maduro, entre otros, son capaces de aumentar la glucosa en sangre de manera drástica y generar picos de insulina que afectan la salud hormonal. 

Y con ello, problemas crónicos como el sobrepeso y la obesidad. Con esto no quiero decir que las frutas o los otros alimentos descritos son malos, sino que debemos equilibrar o regular su consumo, sobre todo en personas con las patologías mencionadas.

Recuerda:

El azúcar está presente en más del 80% de los productos de supermercado, por tal motivo, debemos ser conscientes de nuestro rol protagónico informándonos adecuadamente y siendo asertivos al elegir lo que comemos; así tomaremos decisiones nutricionales que aporten salud y bienestar para nosotros y los nuestros.

*Vanessa Ramírez @vanenaturalfit

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