La vaginitis o la vaginosis bacteriana son patologías ginecológicas muy frecuentes que se detectan en las consultas médicas. Esto, en gran medida, se debe a que la zona íntima de la mujer es muy delicada y suele estar expuesta a variaciones o desequilibrios en su flora vaginal, que pueden estar ocasionados por la resequedad, las relaciones sexuales, cambios de acidez o pH, aumento o disminución de la cantidad y tipo de bacterias naturales en la zona, hongos, e incluso por el uso de productos higiénicos inapropiados, dice el doctor Gregory Celis, máster en Investigación Clínica y Epidemiológica, .

Estos factores provocan un desbalance que afecta la salud vaginal, produciendo mal olor, picazón o secreciones anormales, entre otros. En ese sentido, explica el galeno que “el uso de probióticos es de gran importancia para la salud de la mujer, ya que estas bacterias benéficas, suministradas en las cantidades adecuadas, ayudan a recuperar el equilibrio natural en la flora vaginal, evitando así enfermedades y provocando impactos positivos en la salud de la paciente”.

Para la elección de un probiótico vaginal, el doctor Celis, de Lab. Bagó, destaca la importancia de que la paciente se asegure de consumir un producto que cuente con altos estándares de calidad como Ginobrax. Se recomienda para mujeres a partir de los 12 años de edad, considerando como contraindicación el cáncer o la inmunodepresión severa. Una cápsula diaria, por un periodo de 15 a 30 días, previo prescripción de su médico.

LOS BENEFICIOS MÁS DESTACADOS DE LOS PROBIÓTICOS

El especialista cita algunos de ellos:

• Fortalecen el sistema inmune: A diferencia de los jabones y otros productos de higiene íntima, los probióticos son bacterias benéficas que trabajan en la microbiota de la mucosa vaginal y están dirigidas a estimular, controlar y reforzar el sistema inmune.

• Restauran el pH vaginal: Aunque el nivel de pH vaginal en una mujer varía constantemente, también es importante especificar que cuando este se desequilibra, genera una proliferación de patógenos que pueden desencadenar infección vaginal o algún otro problema de salud, el uso de probióticos ayuda a restaurar y mantener los niveles correctos de acidez en la zona.

• Coadyuvantes en el tratamiento de la vaginosis bacteriana y en la vaginitis (por cándida): En la primera se da cuando hay un exceso de bacterias en la vagina que se manifiesta con mal olor y flujo vaginal abundante. La segunda es una infección ocasionada por el hongo Candida albicans, que ocasiona flujo vaginal blanco y espeso, además de otras molestias.

• Previenen infecciones en las vías urinarias: En este caso, los probióticos ayudan a restablecer y mantener el equilibrio, inhibiendo el crecimiento de bacterias dañinas que se multiplican en la uretra y la vejiga.

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