Matilde Hidalgo Navarro es considerada un ícono del feminismo por sus grandes luchas y logros. Una mujer, sin duda alguna, adelantada a su tiempo y que marcó un antes y un después en el rol de las mujeres, en ámbitos como el social y político. 

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Nació en Loja, el 29 de septiembre de 1889. Su madre, Carmen Navarro, era costurera y su padre, Manuel Hidalgo, un comerciante. Fue criada por su madre después de que el padre falleciera cuando era pequeña. Esto marcó su carácter y fue creando sus convicciones desde muy joven. 

Hidalgo fue una mujer adelantada a su tiempo porque vivió en una época en que las niñas completaban su formación a los 11 años, sin embargo, ella decidió ir más allá y entró a estudiar la secundaria. Pero eso no fue todo, su deseo de seguir estudiando y preparándose la llevó a ingresar a la universidad, donde decidió seguir medicina, una carrera que, para ese entonces, las mujeres no estudiaban.

Se doctoró en 1921, en la Universidad Central de Quito, después de haberse graduado como médica en la Universidad de Azuay con las más altas calificaciones. En 1922 viajó a Guayaquil y consiguió un puesto en el Hospital General, hoy conocido como Hospital Luis Vernaza. 

En 1923, se casó con Fernando Procel, un prestigioso abogado ecuatoriano con quien tuvo dos hijos.Desde entonces, utilizó su nombre de casada, firmando como Matilde Hidalgo de Procel.

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En 1924, Matilde Hidalgo pidió ser registrada en el padrón electoral para las elecciones legislativas de ese año. Al principio, su solicitud fue negada. Ella citó la Constitución de aquella época, en donde no hacía ninguna mención con respecto al género. "Para poder ejercer el derecho al voto el único requisito es ser mayor de 21 años y saber leer y escribir", decía el texto constitucional. 

Se consultó al Consejo de Estado, que decidió otorgarle el derecho tras una votación unánime. El 9 de junio de 1924, Matilde Hidalgo, se convirtió en la primera mujer que pudo acceder al voto en una elección nacional y fue una de las cinco precursoras del sufragio femenino de Latinoamérica.

Cinco años más tarde, en 1929, Ecuador aprobó el sufragio femenino, convirtiéndolo en el primer país latinoamericano en donde las mujeres pudieron votar. Un década después, en 1941, Hidalgo volvería a hacer historia, al ser la primera mujer en postularse a un cargo de elección popular en Ecuador. Se convirtió en diputada suplente.

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