Al iniciar una relación de pareja todo torna de color rosa, ambas partes se ven enamoradas y comprometidas en el plan de conquistarse. Hay amor, respeto, gentileza y buenas conductas para que la otra persona no pierda el interés. Sin embargo, el tiempo y la falta de comunicación, van a ir destapando algunas inseguridades, pensamientos y actitudes que la otra parte no conocía y que incluso, pueden llegar a perjudicar el noviazgo o matrimonio.

Es por eso que Expreso habló con el psicólogo y sexólogo, Diego Guaranda, quien explicó cómo identificar las famosas ‘red falgs’ (banderas rojas), que alertan una posible “relación tóxica” y cómo evitarlo.

“El llamado momento en el que vemos el color de rosa tiene un nombre particular, que lo conocemos como luna de miel, donde vemos todo bonito y perfecto. Pero conforme va pasando el tiempo comenzamos a ver ciertos comportamientos, y ahí comenzamos a identificar estas banderas rojas o red flags”, dice Diego.

Según el experto, esto ocurre cuando identificamos el control de una persona hacia su pareja, que al inicio es algo encubierto. Por ejemplo, cuando no le gustan ciertas amistades, lugares donde frecuenta o forma de vestir. Incluso, cuando en una discusión solo se centra en su punto de vista.

Antes de “tocar fondo”, es importante establecer límites en un periodo de tiempo, en el cual todavía no hay una intensidad marcada de una posible relación con situaciones de toxicidad. La pareja debe establecer un acuerdo, donde se negocie qué tipo de actitudes o comportamientos están permitidos y cuáles no.

“Pero si pasa el tiempo y comenzamos a normalizar estos comportamientos, se convierten en parte de una rutina, de la cual, es muy difícil volver a un inicio. Se puede ir deteriorando poco a poco la relación, hasta un punto en el que solamente estén por conveniencia, apego o dependencia emocional”, añade el profesional.

De acuerdo a Diego, cuando existan más peleas que momentos buenos, habrá más problemas de comunicación. Una vez haya irrespeto o se vulneren los derechos del otro, es imposible retornar al sentimiento que se vivió en un principio.

Diego recomienda algunos puntos para evitar caer en la toxicidad: primero, tener claro y estar conscientes de que la pareja no puede dominar al otro, debe respetar su ser individual y hacerlo valer; segundo, establecer conductas saludables y límites; tercero, trabajar consigo mismo en potenciar sus habilidades y si tiene problemas, comunicarlo.