En un nuevo comunicado, la casa de lujo española se refiere a las campañas de publicidad que causaron polémica por el uso de niños y de documentos que promovían el abuso sexual infantil. En esta ocasión la marca aceptó su responsabilidad atribuyéndola a una “serie de graves errores” y expuso las medidas tomadas hasta el momento.

En el pronunciamiento, la marca señala que “condena fuertemente el abuso infantil y que nunca fue su intención incluirlo en la narrativa”.

Respecto a la primera campaña, llamada The gift collection, en la que niños posaron junto a bolsos de osos de peluche con vestimenta que simulaba ser de sadomasoquismo, mencionan que se debió a una falla en el asesoramiento y validación de las imágenes, cuya responsabilidad total es para la firma.

Mientras que, en la segunda campaña Spring 23, que mostraba un ambiente de oficina con el documento mencionado, según Balenciaga la culpa fue de su falta de previsión y negligencia pero también de terceras personas que fueron las encargadas de proveer los ítems. Ante lo cual realizaron una queja formal.

Además, en la declaración la empresa indica que: están revisando de cerca la organización y las maneras colectivas de trabajo, están reforzando las estructuras alrededor de los procesos creativos y los pasos de validación para que no vuelva a ocurrir y están sentando las bases con organizaciones que se especializan en protección de niños y que apuntan a terminar el abuso infantil y su explotación.