La hidratación es un requerimiento fundamental para mantener una buena salud porque beneficia a algunas funciones del organismo y su ausencia, podría provocar varias consecuencias negativas. Así lo menciona la nutricionista Ángela Dau quien recalca que para mantenerse hidratado no solamente hay que beber agua, café, lácteos o bebidas isotónicas “porque los alimentos pueden contener gran cantidad de agua junta a fibra, antioxidantes minerales y vitaminas (como la C, A, B y K)”.

Inclúyelos en tu alimentación

El agua se encuentra en grandes cantidades en alimentos como frutas y verduras “porque el 91 % de su composición es generalmente agua”, dice Dau. Entre ellos se encuentran:

• Pimiento rojo
• Sandia
• Piña
• Melón
• Pepino
• Tomate
• Naranja
• Nabo
• Lechuga

Riesgos de la deshidratación

“Hay personas que no quieren tomar agua porque creen que los hará retener líquidos, pero es totalmente lo contrario”, comenta Dau. Además, la deshidratación podría causar una alteración en el sistema inmunológico, disminución de la musculatura, problemas en el sistema renal, aumento de la presión arterial y hasta un desnivel de azúcar en sangre (principalmente en pacientes diabéticos).

Dolor de cabeza, sed, mareo, fatiga, somnolencia, sensación de boca seca, espasmos musculares, piel fría y antojo por carbohidratos podrían ser algunos de las señales de una deshidratación. “Es recomendado que el 80 % del agua provenga de las bebidas y el 20 % sea procedente de los alimentos. No esperes a tener sed. Lo ideal es tomar de dos a dos litros y medio de agua durante todo el día”, añade Dau.

Debes saber

• Si sufres de estreñimiento, se aconseja beber dos vasos de agua al despertarse, en ayunas. Esto ayudará a que durante el resto del día, tenga una buena digestión.
• Las mujeres embarazadas también deben priorizar la hidratación porque durante el último trimestre de gestación, el 94 % del peso del bebé es agua. Ya en la lactancia, las ayuda a potencializar una pronta recuperación del peso anterior.