Aire acondicionado: ¿Dejarlo encendido todo el día o apagarlo? La mejor opción

Con las temperaturas en aumento, el aire acondicionado se convierte en un imprescindible en muchos hogares, pero su uso plantea un dilema: ¿es más eficiente mantenerlo encendido todo el día o apagarlo cuando no estamos? Esta decisión impacta directamente en el consumo energético y la factura eléctrica.

¿Encendido o apagado? El impacto en el consumo energético

Cuando se apaga el aire acondicionado, el ambiente comienza a acumular calor, especialmente en días de altas temperaturas. Al encenderlo nuevamente, el equipo debe trabajar a máxima capacidad para reducir la temperatura, lo que genera un pico de consumo energético. Por el contrario, mantener el aire acondicionado encendido a baja potencia permite estabilizar la temperatura interior, reduciendo la necesidad de ciclos intensivos de enfriamiento. Según estudios de eficiencia energética, esta estrategia puede ser más económica en ciertos casos, ya que evita que el compresor del equipo se active repetidamente en modo de alta potencia.

Sin embargo, dejar el aire acondicionado encendido todo el día no siempre es la mejor opción. Si la casa permanece vacía durante varias horas o días, el consumo continuo, aunque sea a baja potencia, puede superar el gasto de encender el equipo solo al regresar. En estos casos, apagar el aire acondicionado es la decisión más lógica para evitar un desperdicio innecesario de energía.

Factores que influyen en la decisión

• Si sales de casa por menos de dos horas, dejar el equipo encendido a una temperatura moderada (entre 24 y 26 °C) puede ser más eficiente, ya que el sistema no tendrá que enfriar un espacio que ya ha acumulado calor. Para ausencias más prolongadas, como una jornada laboral completa, apagarlo es generalmente más recomendable.

• Los aires acondicionados con tecnología inverter son ideales para mantener encendidos, ya que ajustan la velocidad del compresor según la necesidad, consumiendo menos energía que los modelos tradicionales.

• Una casa bien aislada, con ventanas selladas y cortinas que bloqueen el sol, retiene el fresco por más tiempo, lo que reduce la carga de trabajo del aire acondicionado. En hogares con pobre aislamiento, el calor se acumula rápidamente, haciendo que apagar el equipo durante largas ausencias sea más conveniente.

Qué estrategias ayudan a optimizar el uso del aire acondicionado

Para optimizar el uso del aire acondicionado y reducir el consumo energético, es fundamental ajustar el termostato de manera adecuada. Mantener la temperatura entre 24 y 26 C proporciona un ambiente confortable sin sobrecargar el equipo, ya que cada grado por debajo de este rango puede incrementar el consumo eléctrico hasta un 8%. 

Otra clave para un uso eficiente es el mantenimiento del equipo y la prevención de fugas de aire frío. Limpiar los filtros cada seis meses y realizar revisiones periódicas garantiza un funcionamiento óptimo, evitando un aumento de hasta un 20% en el consumo energético por un equipo en mal estado. Asimismo, cerrar puertas y ventanas mientras el aire acondicionado está encendido, y utilizar cortinas o persianas para bloquear el calor solar, reduce significativamente la carga de trabajo del equipo. Incorporar temporizadores o termostatos inteligentes también permite programar el encendido justo antes de llegar a casa, asegurando un ambiente fresco sin desperdiciar energía durante el día.

¿Qué dicen los expertos?

Especialistas en climatización coinciden en que, para estancias breves fuera de casa, mantener el aire acondicionado encendido a baja potencia es más eficiente que apagarlo y encenderlo repetidamente. Sin embargo, para ausencias prolongadas, apagar el equipo es la opción más sensata, especialmente si se combina con un temporizador que enfríe el ambiente antes del regreso. Además, enfatizan que la elección de un equipo eficiente y un mantenimiento adecuado son fundamentales para minimizar el consumo energético a largo plazo.

Para más contenido de calidad SUSCRÍBETE A EXPRESO