La lluvia no ha detenido a los ciudadanos que por costumbre les gusta ser los primeros en votar. Han llegado con paraguas y abrigos, sin nada que impida su meta. Isidro Valenzuela, madrugó a las 05:00 para ser el primero en la fila de varones para ejercer su derecho para votar este domingo 5 de febrero de 2023, en la Unidad Educativa Fiscal José María Egas.

Esta costumbre la tiene desde hace 51 años, en la actualidad tiene 69 años de edad.

Johana Zamora, también madrugó, para desocuparse temprano, porque tiene que cuidar a su mamá que es una persona de la tercera edad y con discapacidad. "Votando temprano me rinde el día", manifestó a Diario EXPRESO la ama de casa de 42 años de edad.

Junto a ellos también están quienes deben trabajar hoy y por eso también a las 06:00 ya estaban en la fila como Carla Yela, enfermera quien tiene su turno en la clínica privada donde labora. Hoy tiene que ingresar a las 08:00, le inquieta que son las 07:00 y todavía no ingresa al recinto electoral nadie a votar.

"Trabajo en una clínica que queda al norte de la ciudad, estoy aquí desde las 05:45, para ser la septima mujer en votar, pero todavía nadie vota todavía. Voy a llegar tarde", dijo Yela.

A las 07:10 el colegio Egas ya recibía a unas 50 personas, pero todavía no estaban completos los delegados de las mesas.

Una situación similar se ha observado en otros recintos electorales al sur de la ciudad de Guayaquil.

Lo que más preocupa a quienes les toca trabajar este 5 de febrero es que hay un tráfico aumentado, normal por las calles que se cierran alrededor de los colegio o universidades donde hay que votar, y eso hará también que lleguen tarde a laborar.

A las 07:21, la junta 345 del colegio Egas todavía instalaba las papeletas para que las personas voten. Las personas que tienen que trabajar reclaman por el atraso.