Urbanidad, moral y civica

Juan Roldán, secretario de la Presidencia, anunció que “se incluirá al pénsum materias como violencia familiar, cívica, ética y amor por la patria dado el aumento de violencia de género en el país”. “Ecuador pasa por grave crisis política y económica, agravada por descomposición social, ética y moral desbordada”.

“A finales (¿?) de este año, tendremos resultados”. “No se ha realizado, hasta la fecha investigación que determine los motivos de tal desaparición, que puso en alerta a los padres de familia de chicos afectados”. “No podría decir con exactitud qué es lo que pasó, pero los chicos no serán perjudicados”.

Señor Roldán: la Ley de Enseñanza obligatoria de Urbanidad, Moral y Cívica ya existe.

Cuando fui diputado (1990-1992) la elaboré y fue aprobada por el Congreso. El presidente Borja no la promulgó. Un año después solicité al presidente Sixto Durán Ballén y la promulgó inmediatamente. Han pasado 28 años. Está vigente. Disponga su aplicación. En muchas escuelas, colegios y universidades no saben qué significan urbanidad, moral y cívica. Urgente enseñar el Manual de Urbanidad y buenas maneras, de Manuel Antonio Carreño (1812-1874): “Conjunto de reglas para comunicar dignidad, decoro y elegancia a nuestras acciones y palabras y manifestar benevolencia, atención y respeto. Los deberes morales para con Dios, la sociedad, la patria, nuestros semejantes y nosotros mismos. El aseo personal, en la habitación, en el vestido. El modo de conducirnos dentro de la casa: al acostarnos, levantarnos. Con nuestra familia, vecinos y fuera de la casa. Cuando estamos en casa ajena y en viajes”. “Cómo comportarnos en la conversación, ante visitas, en la mesa y en el juego. Los deberes entre padres e hijos, entre sacerdotes y seculares, entre magistrados y particulares, entre médicos y enfermos, entre abogados y clientes”. Entre profesores y alumnos.

No existe derecho sin deber correlativo. Imperativo inculcar el sentido de responsabilidad. Debemos memorizar el alfabeto para un niño, de José Joaquín de Olmedo. (1780-1847). Educar en valores más que en títulos.