
Uniones tempranas en Ecuador: 1 de cada 4 niñas se casa antes de los 18 años
Informe de Plan Internacional revela que embarazo adolescente, pobreza y violencia impulsan matrimonios infantiles en Ecuador
“Déjame ser una niña, no una esposa”. Esa es la frase que repite el informe global de Plan Internacional y que refleja la realidad de miles de niñas y adolescentes en Ecuador. Pese a que el matrimonio infantil está prohibido desde 2015, las uniones tempranas y forzadas siguen marcando sus vidas, impulsadas por factores como el embarazo adolescente, la pobreza, la violencia de género y el control de la sexualidad femenina.
El documento advierte que esta forma de violencia continúa normalizada y profundamente arraigada en varias comunidades del país andino. En muchos casos, detrás de cada unión hay una historia de exclusión social, falta de oportunidades y vulneración de derechos.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Inec) y de Unicef citados en el informe, el 26 % de las mujeres entre 18 y 49 años en Ecuador se casaron o unieron antes de cumplir los 18 años, mientras que el 16 % de adolescentes entre 15 y 19 años ya han experimentado un matrimonio o unión informal.
El matrimonio infantil y las uniones tempranas y forzadas (MUITF) ocurren cuando una niña o adolescente entra en una unión sin la edad legal o sin un consentimiento libre y pleno.
— Plan International Ecuador (@Plan_Ecuador) September 30, 2025
✔ La solución: más educación, protección y cambios culturales que respeten sus derechos. pic.twitter.com/HqGQNPAe8o
El informe señala que "las uniones informales siguen siendo comunes y socialmente aceptadas".
Casi el 25 % de madres menores de 18 años viven en uniones tempranas o han sido casadas. Una realidad que se profundiza en ciertas localidades como en la provincia costera de Manabí, donde el 36,7 % de menores entre 10 y 17 años que son madres ya están en unión o matrimonio.
"Sabemos que existen esfuerzos importantes desde el Estado y los gobiernos locales, pero este estudio evidencia que todavía hay mucho por hacer desde todos los sectores", señaló en un comunicado la representante de Plan International Ecuador, Catalina Vaca.
"Vemos una gran oportunidad para unir esfuerzos que sumen a la construcción de soluciones que impulsen la educación, la empleabilidad y la igualdad de género", añadió.

Limitado acceso a educación y problemas de salud
Los testimonios revelan que el matrimonio infantil no solo limita el acceso a la educación y al empleo, sino que también las expone a violencia, aislamiento y graves consecuencias para su salud física y mental.
María, de 17 años, por ejemplo, quedó embarazada y tuvo que dejar la escuela. Tras dar a luz, enfermó de manera crónica y su movilidad quedó reducida, por lo que se perdió dos años de educación.
Por otro lado, las normas de género siguen asignándoles responsabilidades domésticas, y muchas viven con autonomía financiera limitada.
Además, las niñas indígenas enfrentan mayores riesgos debido a la discriminación estructural y la falta de acceso a servicios de salud y justicia.
Pese a las barreras estructurales y sociales, las niñas entrevistadas por Plan Internacional expresaron su deseo de estudiar, trabajar y ofrecer mejores oportunidades a sus hijos.
"Después de terminar este año voy a postular para ingresar a la universidad. Así me toque andar con mi bebé, yo voy a seguir estudiando para obtener un título", dijo Jen, de 18 años.
Para Plan Internacional es vital que se promuevan programas de concienciación sobre el valor de la educación para niñas en uniones tempranas, que se asegure el acceso gratuito y confidencial a servicios de salud, incluyendo educación sexual integral y que se ofrezca formación en habilidades prácticas y certificaciones reconocidas para mejorar la empleabilidad de las jóvenes que fueron casadas menores de edad.
La organización también hizo un llamado al Gobierno, a la sociedad civil, al sector privado y a las comunidades "para garantizar que cada niña en Ecuador pueda crecer con dignidad, acceder a oportunidades reales y vivir libre de violencia".
Para seguir leyendo EXPRESO sin restricciones, SUSCRÍBETE AQUÍ