La extorsión en el país va en aumento. De las cuatro modalidades de extorsión que registra la Unidad Antisecuestros y Extorsiones (Unase) de la Policía, la modalidad ‘Siciliana’ o ‘Vacunas’ es la más utilizada por los delincuentes, según Fernando Zapata, director de esa Unidad.

En lo que va del año se han registrado alrededor de 2.902 casos de extorsiones en el país. Es casi el doble de los 1.600 reportes que tiene la unidad policial que tuvo conocimiento de 1.215 posibles casos en 2020, durante la pandemia de COVID-19.

Esmeraldas, Los Ríos, Guayas y El Oro son las provincias en las que más casos de extorsiones ‘Sicilianas’ o ‘Vacunas’ se reportan.

De las 216 personas detenidas por ese hecho ilícito en lo que va del año, la mayoría (90 %), son ecuatorianos. Las estadísticas señalan que hay un 7 % de ciudadanos venezolanos implicados y un 3 % son colombianos o de nacionalidad china.

De los 2.902 casos al menos 2.057 corresponden a extorsiones virtuales (81 %), 254 ‘sicilianas’ (10 %), 120 comunes (5 %) y sexuales son 101 (4 %).

¿En qué consiste el ‘modo siciliano’? Su nombre se origina en la década de 1950 en la cuarta región más poblada de Italia, con el aparecimiento de los clanes de la mafia que hacían exigencias personales, frente a frente, al presentarse en el negocio de la víctima y exigir el pago de dinero de forma periódica a cambio de protección. Esa modalidad también se llama ‘vacuna’ y se había aplicado principalmente en las provincias ecuatorianas fronterizas con Colombia.

En los últimos meses, propietarios de locales comerciales del sur de Quito han denunciado la llegada de posibles delincuentes que exigen cantidades de dinero a cambio de no atentar contra sus locales o sus vidas. La extorsión sexual se origina en el uso de las redes sociales, según el director de la Unase.

Señala que las víctimas interactúan con personas desconocidas, fomentan relaciones y envían fotos íntimas que posteriormente se convierten en la causa de una extorsión para no hacerlas públicas. La extorsión virtual, la que registra la mayoría de casos en el país, ocurre cuando el delincuente se nutre de la información que las mismas víctimas colocan en los perfiles de redes sociales.

Exigen pagos a través de transferencias bancarias argumentando que tienen gente cerca del domicilio para generar un atentado. Se identifica como líder de un grupo delincuencial organizado. Las comunicaciones son por teléfono o redes sociales. Finalmente están las extorsiones comunes.

Zapata señala que es un delito de oportunidad y el delincuente trata de generar mayor temor en menor tiempo. La Unase tiene un plan para disminuir los delitos y prevenir a los ciudadanos que podrían ser víctimas. Involucra al sistema de Emergencias 911, Policía Comunitaria, han hecho 15 capacitaciones a 3.000 funcionarios. Ofrecen charlas de prevención que hasta el momento lo han hecho con empresas, bancos, hospitales. Si les piden capacitación lo hacen para que la gente conozca.

La Unase hace el seguimiento de los casos hasta la sentencia de los procesados y guía a la víctima en todo el proceso. En 2022 se han pedido al menos 12 millones de dólares por extorsiones y secuestros. Solo en dos de los 17 casos de secuestro que se han presentado la recomendación ha sido que se pague para asegurar la vida de la víctima.

Incremento del delito en otros países

El problema de las extorsiones no es patrimonio exclusivo del Ecuador. De hecho, muchas de las modalidades proceden de otros países.

Uno de ellos es Italia con la ‘modalidad siciliana’ que emplean los extorsionadores y que en el país se conoce como ‘vacunas’.

Según la información de la Unase, el delito se empezó a incrementar a partir de 2010 cuando en nombre del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se pedían extorsiones.

La Unase de Ecuador mantiene contacto permanente con el Gaula de Colombia por información en donde no hay forma de evaluar los casos solo como extorsiones. Pero ese país reportó 1.700 en el primer trimestre de 2019. El aumento de casos requiere también incremento de personal especializado que Zapata señala que estará listo a finales de año. Está en marcha un proceso de selección.