“Si no hubiese sido por los hechos bochornosos que ocurrieron en Salinas y el invierno que cayó el lunes y martes, hubiésemos tenido el mejor feriado de los últimos años”, dijo Luis Tenempaguay, vicepresidente de la Cámara Provincial de Turismo de Santa Elena, al reflexionar sobre lo ocurrido en carnaval.

Para el directivo, el balance general es positivo porque según los registros de la entidad se superó los 250.000 visitantes que se tenía previsto lleguen a la península durante las festividades. Los hoteles, locales gastronómicos, discotecas y centros comerciales fueron los sitios de más ingresos económicos.

“Todos los hoteles estuvieron copados del sábado hasta el lunes, pero algunos resultaron inundados por la lluvia y parte de las ganancias se utilizaron para afrontar la emergencia”, aseveró la empresaria Susana Sotomayor, en Salinas.

Los turistas como Gabriel Ortiz enfatizaron que su regreso se daba porque había agua “acumulada por doquier, me voy a casa antes de que mi vehículo se averíe”, expresó mientras entregaba las llaves de su habitación.

Un escenario similar se vivió en Esmeraldas. Jorge Benítez, presidente de la Cámara Provincial de Turismo, señaló que la ocupación hotelera en la capital provincial no superó el 30%, por lo que el balance fue negativo para la ciudad, no así para el cantón Atacames, cuya ocupación de los alojamientos estuvo por el 40%.

“El carnaval en Esmeraldas fue más participativo por parte de los mismos habitantes del cantón. Algunos turistas participaron en las actividades que se organizaron en la ciudad, pero estaban pernoctando en Atacames, Súa o Tonsupa”, explicó.

El principal factor que impide que los turistas lleguen a la ciudad de Esmeraldas es la inseguridad y las frecuentes muertes violentas que mantiene atemorizados a sus habitantes. Solo en este feriado se registraron tres asesinatos tipo sicariato en distintos puntos de la urbe.

“La percepción de inseguridad que pesa sobre Esmeraldas no ha podido ser quitada de la mente de las personas, es lamentable decirlo”, asegura Benítez, para quien la reducción del IVA al 8% fue intrascendente porque no se reflejó en la cantidad de gente que visitó Esmeraldas en este feriado.

Otro factor que conspiró para la poca asistencia de turistas es el pésimo estado de la carretera E20 entre Quinindé y la capital provincial. Ernesto Castro y su familia, por ejemplo, tuvieron que regresar a Quito porque su vehículo sufrió un daño mecánico grave por el mal estado de la carretera. “Caímos en un bache y se nos dañó la dirección, por eso estamos llamando una grúa para regresarnos a Quito, se nos dañó el feriado”, expuso el turista que pretendía pasar tres días en Atacames.

En tanto, Azuay vivió los últimos cuatro días con algo de sorpresa, pues no había preparado agendas turísticas para la fecha, especialmente por los daños en la vía como el registrado en el tramo Cuenca - Molleturo - El Empalme, donde hubo un deslizamiento de tierra.

Patricio Chérrez, presidente de la Cámara de Turismo provincial, indicó que de forma preliminar las empresas de transporte, hoteles, hostales y restaurantes, dan cuenta de ganancias económicas para la provincia.

Aun así, Cuenca lució casi desolada, no tuvo agenda festiva popular, sin embargo, el sector hotelero se mostró complacido por la presencia de turistas que ocuparon el 79% de la capacidad en la urbe.

• Movimiento

Más de 250 mil personas viajaron

Desde la Terminal Terrestre de Guayaquil y de la Terminal Terrestre Municipal Pascuales se contabilizó que 251.923 guayaquileños salieron de viaje desde el 17 al 20 de febrero del año en curso. De acuerdo al registro de la compra de boletos, los ciudadanos compraron boletos especialmente para las provincias de Manabí, Santa Elena, Los Ríos y El Oro. Así también a distintos cantones de la provincia del Guayas. El día que más salidas hubo fue el sábado 18 de febrero.