A sus 13 años José Moya logró cumplir su más grande sueño, conocer a los jugadores de Barcelona. Lo hizo de la mejor forma posible, jugando un partido ante los integrantes del Ídolo.

Miembro de una de las fundaciones que están recibiendo la visita del campeón ecuatoriano, José anotó el tanto del descuento (3-1) en el partido amistoso que los amarillos disputaron ayer ante los pequeños deportistas, en una de las canchas del parque Samanes.

José no le marcó el gol a Máximo Banguera, quien esta vez ocupó la función de delantero. El arco amarillo estuvo custodiado por Víctor Mendoza.

Para el número 1 de Barcelona fue un día especial, porque cuando llegó los presentes le cantaron el cumpleaños feliz. El viernes cumplió 31 años y ayer volvió a sentir todo el cariño de la hinchada amarilla.

Nicolás Issa, organizador del evento, resaltó la predisposición de los integrante del Ídolo. “Ellos decidieron sacrificar algunos días de sus vacaciones para llevarle un poco de felicidad a los niños. Los que no pudieron asistir al evento es porque ya se marcharon de la ciudad, pero Barcelona está demostrando que es un campeón de la solidaridad”.

Balones, camisetas, camisetas, gorras, cintillos y hojas autografiadas, además de fotos junto a los jugadores, son algunos de los recuerdos tangibles que los pequeños se llevaron ayer, pero en sus corazones quedará grabada la memorable jornada que vivieron junto a los héroes de la estrella 15.