Cada vez son más las empresas que solicitan incrementar el número de guardias de seguridad privada en Guayaquil. Esto, debido al aumento de casos de extorsión, asaltos y muertes violentas. Ante esto, las diferentes firmas guayaquileñas prefieren invertir en este tipo de servicios para que sus productos y servicios cuenten con garantías de protección. Esto, porque la Policía no se abastece para brindar seguridad en las industrias como en las residencias, opina Jorge Villacreses, presidente de la Cámara de Seguridad del Ecuador y de la compañía Custodia Portuaria - Cuport, quien detalla que en el país hay 90.000 guardias de seguridad.

Para contrarrestar ello, la seguridad privada “hace un trabajo que la fuerza pública no alcanza a cumplir”, dice Jorge Cobo Folleco, presidente de Vimase. La firma brinda servicios de seguridad y vigilancia, custodias terrestres, protectores VIP y capacitaciones al sector comercial, industrial, educativo, de salud y residencial, desde 2001. De esta manera, el empresario indica que aportan a la seguridad y tranquilidad de las empresas, instituciones y también de las familias guayaquileñas.

De acuerdo con datos de la Asociación Nacional de Empresas de Seguridad Integral (Anesi), a nivel nacional hay 1.200 firmas que brindan este servicio, pero solo 400 de ellas cuentan con permiso de operaciones. Esto ha provocado una competencia informal, asegura Cobo, ya que estas compañías ofrecen servicios a costos con los que las empresas legales les es imposible competir, lo que “limita un mejor crecimiento empresarial”.

Según Rodrigo Peralta, presidente de Anesi, el costo de este servicio va entre los 2.800 a 3.300 dólares, dependiendo de las horas: 8, 12 o 24; en esta última se requieren de tres personas que hagan turnos rotativos. En cambio, las empresas ilegales cobran entre 1.000 y 1.500 dólares, indica Peralta.

Otro problema, sostiene el presidente de Anesi, son los requisitos que deben cumplir las empresas de seguridad que quieran importar armas, por lo cual se les ha imposibilitado renovar sus armas que fueron compradas en 2011. Además, han tenido que adquirir municiones en el mercado negro porque hay sectores, como en los esteros de la ciudad, donde no hay presencia de la fuerza pública ni de las patrullas fluviales, tampoco hay cobertura telefónica, únicamente comunicación radial, manifiesta Peralta, por lo que los guardias que protegen a las camaroneras se han visto obligados a hacer detonaciones al aire a manera de prevención.

Por otro lado, los sectores, como el de la transportación de cerdos y de ganado, y el de productos balanceados, que antes no solicitaban los servicios de la seguridad privada, ahora sí, menciona Peralta. También ha aumentado la solicitud de la custodia personal, manifiesta Villacreses; ese servicio al mes, de 24 horas, cuesta 3.200 dólares.

Otro de los servicios que Cuport ofrece y que en eventos sociales suelen solicitarle sus clientes es el ‘bodycam’, este consiste en grabar mediante cámaras colocadas en los chalecos de seguridad; también la revisión vehicular o realizar una bitácora electrónica. Además, del sistema de monitoreo por drones, con el que se hacen rondas diurnas y nocturnas; o el servicio de GPS para custodiar vehículos.

No obstante, la tecnología es una gran aliada para el control de la seguridad, considera David Carvajal, integrador de sistemas de Ncsistelcorp, empresa especializada en seguridad electrónica. Ahora, estos sistemas cuentan con inteligencia artificial que permite detectar anomalías en los sitios, para ello, el sistema aprende en tres semanas el comportamiento usual que hay en un sector y cuando surge un movimiento no regular, este lo notifica inmediatamente, de manera digital, ya sea un grito, choque, ruidos, alarmas ultrasónicas, un incremento de personas, explica el experto.

La información llega a los celulares que las empresas hayan determinado, entre ellos el de quienes estén a cargo de la seguridad privada, al administrador del servicio, como al personal de la Policía Nacional, entre otros. Además, afirma que, en 10 segundos, luego de que el operador indique al sistema, las características de un sujeto, este procesa y muestra su ruta de escape. Lo que permite que las acciones de seguridad sean más eficaces, sostiene Carvajal.

El costo de la implementación de la cámara, micrófonos y el sistema de grabación 24/7, para una oficina pequeña es de 700 dólares, en el que se incluye la licencia. Pero si se requiere de más dispositivos, los valores están entre 2.500 y 4.000 dólares. Este servicio puede ser contratado hasta por 10 años.

Las inversiones que ha hecho sus empresas de seguridad privada, indican los entrevistados, son la forma en como ellos aportan a la renovación de la ciudad.

Retos de la seguridad en la Perla del Pacífico

Uno de los retos que tienen estas empresas es capacitar a su personal en reconocimiento de perfiles delincuenciales, también sobre nuevas modalidades de robo, secuestro y extorsión, especifica Cobo; además, en el uso de nuevas tecnologías que amplifiquen su capacidad operativa, de acuerdo con el segmento de donde se desempeñen. Para Villacreses, los guardias trabajan en desigualdad de condiciones, ya que los delincuentes poseen armas de grueso calibre.