En varias zonas del país, la persistencia de las lluvias ha causado que estas permanezcan inundadas o se vuelvan a anegar. Así ocurrió, por ejemplo, en la parroquia La Unión, de la ciudad de Babahoyo, Los Ríos.

Con una escoba, Luis Ochoa madrugó ayer a limpiar el lodo que dejó frente a su casa el desbordamiento del río La Clementina. Son más de 60 familias las afectadas en los sectores La Puntilla, Solbrisa y La Florida 1, quienes despertaron anegadas y con sedimento en sus hogares.

Relató que el afluente aumentó su caudal con la lluvia de la noche del jueves 29 de febrero y durante la madrugada del viernes 1 de marzo, el agua empezó a ingresar a las casas.

Entre tanto, los habitantes del sector Solbrisa también padecen esa calamidad. Las calles amanecieron con lodo luego del paso de la creciente y, hasta el mediodía de ayer, aún no realizaban la limpieza pese a que el nivel del agua había descendido.

Otros recintos golpeados por el temporal invernal son La Delia y La Julia, situados al margen izquierdo de la vía Babahoyo-San Juan. Allí, el nivel de la inundación les llega a los pobladores hasta la cintura, lo que les impide seguir en sus hogares.

La moradora Petra Quinto explicó que van a tratar de evacuar sus enseres porque el nivel de la inundación va en aumento. “Es peligroso para todos porque o hasta serpientes hemos encontrado en la casa porque buscan lo seco”, comentó.

Unas 50 familias padecen el azote de la naturaleza en ese sector y piden ayuda urgente de las autoridades. La principal escasez es de agua potable y alimentos, pero también requieren de brigadas médicas por las enfermedades en la piel que proliferan por las aguas estancadas.

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