Los ríos Tomebamba y Tarqui, de Cuenca, fueron declarados en estiaje por la Empresa Municipal de Agua Potable de Cuenca (Etapa EP).

Esta declaratoria se enmarca en los 39 días que no se han registrado lluvias considerables en la región, desde el mes de marzo, lo que ha sumado a la crisis energética que atraviesa el Ecuador con nuevos cortes masivos.

Lenin Álvarez, responsable de la red hidrometeorológica de Etapa EP, explicó que los dos afluentes mantienen un nivel de caudal de 1.2 metros cúbicos por segundo lo cual está "muy por debajo de la media".

Los otros dos afluentes (Yanuncay y Machángara) aún continúan dentro de los niveles normales, pero con tendencia a bajar en los próximos días si la condición de falta de lluvias se extiende.

El funcionario señaló que los ríos de la ciudad "aportan considerablemente a Mazar" con un promedio de 7 metros cúbicos por segundo, cuando tienen el caudal normal.

Otros afluentes que aportan al embalse de Paute son el Burgay en Azogues y el de Gualaceo. Sin embargo, según el funcionario esos causes también están con niveles bajos.

Actualmente Mazar registra un nivel bajo en su caudal que alimenta a las hidroeléctricas de Mazar, Paute-Molino y Sopladora.

Imágenes compartidas por medios de comunicación locales se observa el bajo nivel de agua de la zona.

Cortes energéticos

En este contexto, el Ecuador atraviesa un nuevo periodo de cortes programados de energía eléctrica que fueron anunciados la noche del lunes, 15 de abril.

Para el sector industrial de Cuenca la problemática ha representado problemas operativos y de perdidas económicas significativas.

Andrés Robalino, director ejecutivo de la Cámara de Industrias de Cuenca, puntualizó que "son varias las decisiones que se dejaron de tomar a nivel estatal para terminar en lo que hoy estamos viviendo".

"Los cortes energéticos sin ningún tipo de programación impactan en la producción, ya que las industrias no pueden organizarse".

Detalló que el sector industrial de Cuenca produce al año un promedio de 8.000 millones de dólares y que en promedio cada hora significan 2'000.000 millones de dólares.

"Si hablamos de dos, tres o más horas de corte el impacto es muy alto en pérdidas para el sector", explicó Robalino.

A esto también sumó costos como los daños en maquinarias al ser racionamientos sin previo aviso y poco planificados y que son "cálculos difíciles de evidenciar al ministerio".

Reunión con autoridades

El representante del sector industrial señaló que fueron convocados a una reunión privada con las autoridades y un grupo de 25 empresas (las mayores consumidoras de energía) para marcar una hoja de ruta para reducir el impacto de los nuevos racionamientos.

Adelantó que los temas que se abordarán son el cronograma de recortes, hasta cuando se extenderán y también técnicas de ahorro energético dentro de las industrias.

De este último punto, Robalino señaló que el ahorro dentro de las industrias se basa, principalmente, en adelantar los procesos de mantenimiento de las maquinarias.

"Esto representa un ahorro del 87% de consumo energético dentro de cada fábrica o industria", puntualizó.

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