Seis días después de ser nombrado ministro del Interior, Juan Zapata llegó el pasado 30 de septiembre al Cuartel Modelo en la Zona 8, la más violenta del país, para dar “ánimo” a los uniformados en medio del servicio que ejercen.

En su periplo tuvo una cita con los directores de los diferentes grupos especializados de la entidad y manifestó: “Si bien es cierto tienen todo el apoyo, necesitamos una policía sólida, no con la moral abajo o dividida para enfrentar todos los desafíos que tenemos. También vamos a ser más exigentes con los resultados que queremos a corto, mediano y largo plazo”.

Pero para el grupo de tropa, este tipo de anuncios representan más trabajo en medio de carencias como falta de armamento, uniforme y chalecos, con jornadas laborales de hasta 16 horas diarias. Además de que ven a sus superiores no tan cercanos a su realidad.

“Se trabaja de 08:00 a 15:00, se descansa de 15:00 a 23:00 y después en la amanecida se realiza el turno de 23:00 a 07:00. Y después de haber hecho el turno de la amanecida se retorna el mismo día, desde las 15:00 hasta las 23:00. Esos turnos son por nueve días y eso hace que la fatiga llegue al punto de ser agobiante”, contó a EXPRESO un    uniformado del servicio preventivo en la ciudad de Guayaquil.

El actual régimen ha ofrecido que formará a 30 mil policías hasta 2025, cifra que permitirá a Ecuador contar con más de 80.000 uniformados hasta ese periodo.

Sin embargo, para el experto en seguridad y gestión de inteligencia Diego Pérez, ningún esfuerzo será suficiente para los uniformados a menos que “tengan la certeza” de que realmente van a ser amparados por el Estado en el desarrollo de su trabajo con las debidas garantías de seguridad. Porque en el mejor de los casos, eso genera incertidumbre; y en el peor, desmotivación total en su accionar, lo que repercute en los resultados de la entidad.

“Creo que sí hay cómo salvar la situación, pero también hay un margen que cada vez se vuelve más estrecho y más chico, porque las oportunidades que se generan son reactivas. Sin embargo, igual el espacio que queda para hacer cambios es importante para probabilidades efectivas en donde se mejore su ambiente, desempeño, resultados; si es que el Estado no da pasos hacia atrás”.

Roberto Estrada, director del Área de Dirección de Personas del IDE Business School, explica las acciones que mejoran el clima laboral y el ánimo de los trabajadores, que en este caso son los policías. “Deben preocuparse genuinamente del bienestar de su equipo, siendo empáticos con su situación y realidad. El buen jefe brinda retroalimentación de manera oportuna, haciendo notar los aspectos positivos y también las oportunidades de mejora que tienen las personas de su equipo”. Pero sobre todo, deben asumir las responsabilidades y actuar siempre en sentido colectivo, evitando caer en individualismos, sugirió.

Una de las trabas que ha tenido la Policía Nacional es el incumplimiento en la entrega de los recursos prometidos para que la institución lleve a cabo sus funciones básicas, como camionetas, uniformes y más elementos de trabajo.

Ramiro (quien prefiere no dar su apellido por cuestiones de seguridad) es un policía de tropa que estuvo los últimos ocho meses en los cercos de seguridad de la Penitenciaría del Litoral. Él está consciente que las autoridades de su institución y del Gobierno central han anunciado constantemente que trabajan en el fortalecimiento de la Policía Nacional, pero agrega que “el camino por recorrer aún es largo” mientras se combate a diario    la delincuencia en el país.

Aunque actualmente ya no está en la provincia por los habituales traslados que realiza la Policía para que los uniformados trabajen en otros territorios, enfatiza que se deben acelerar las “acciones palpables” de respaldo, tales como proveer herramientas de trabajo, infraestructura e insumos.

“Las UPC están en situaciones precarias. Algunos elementos no sirven o están en malas condiciones. Sin contar que faltan patrulleros, no solo para Guayas, sino en los sectores alejados del país. La lista (de pendientes) es larga, sabemos que son procesos que toman tiempo, pero creo que se debe buscar cómo acelerar un poco más las cosas”.

Zapata dijo este lunes que ya cuentan con 18 millones de dólares prometidos en enero de 2022 (en un inicio se habló de $ 9 millones), pero no precisó el número de insumos que se han comprado y se comprarán en los próximos días. En enero de 2023 se iniciará asimismo otro proceso de compras.