A Andrés Moreira Cedeño lo asesinaron la tarde del 16 de mayo en los exteriores de un apartamento de Urdesa Central, en Guayaquil. Dos días después, durante su velorio en la funeraria Jardines del Edén de Manta, un comando armado ejecutó una masacre.

Uno de los pistoleros se acercó hasta su ataúd, lo abrió y le disparó en el rostro. Una escena de terror que fue confirmada por fuentes policiales y que explicaría que detrás de su muerte habría una intensa sed de venganza. Además, su expareja sentimental y tres personas más, murieron durante la balacera. Dieciséis personas más están heridas.

Aunque no hay claridad sobre las razones detrás de este hecho, investigadores sospechan que el crimen de Moreira tendría algún tipo de relación con otras muertes violentas perpetradas en contra de otros exfuncionarios de la agencia de tránsito de la costera ciudad de Manta.

En efecto, ya son cinco los agentes de tránsito que han sido asesinados en diferentes circunstancias. El primero en caer fue Samuel Mendoza. A él, un sicario que se hizo pasar por vendedor de jugos, lo atacó a bala cuando jugaba fútbol en una cancha del barrio La Pradera, de Manta, el pasado 22 de junio del 2022.

Dos meses después, el 25 de agosto, en el mismo sector de esta ciudad, Jimmy Torres fue perseguido y asesinado cuando se movilizaba en un vehículo. Torres acababa de recoger a una menor de edad de una escuela cuando fue abordado por los asesinos.

Aunque parecía que con este hecho se detendrían los ataques a agentes de tránsito, y no se sospechaba que hubiera algún tipo de vínculo entre ambos episodios, seis meses después la sangre volvió a correr.

El 2 de marzo de 2023, Klever Mantilla fue atacado a puñal. Su cuerpo sin vida fue hallado semisumergido cerca de un puente que une a Tarqui con el centro de Manta. Y como si se tratara de una radiografía de lo ocurrido con Mendoza y Torres, dos meses después, Luis Mieles cayó muerto tras recibir 8 disparos cuando salía de su vivienda en la ciudadela 20 de mayo.

En el caso más reciente, el de Andrés Moreira Cedeño, asesinado el pasado 16 de mayo, la Policía encontró en el condominio donde se estaba hospedando 100.000 dólares en efectivo, además de armas de fuego.

Por lo pronto, autoridades no tienen un hilo conductor definido que integre los cinco casos. No obstante, la masacre reciente ocurrida en la funeraria de Manta, puso en alerta a la Policía y sus unidades de investigación e inteligencia, que ya empezaron a juntar las piezas de un rompecabezas que parece tener un oscuro trasfondo.