Cumpliendo la ley a empellones. La disposición de que en las elecciones seccionales de 2023 el 30 % de las listas estén encabezadas por mujeres puede revelar la reproducción de un fenómeno que se busca erradicar: los partidos políticos salieron a buscar a personas ‘conocidas’ para cumplir con la cuota.

Esa es una de las conclusiones preliminares de un informe que está elaborando la Corporación Participación Ciudadana en Guayas, Azuay y Pichincha sobre el cumplimiento de las reformas al Código de la Democracia aprobadas por la Asamblea Nacional en 2019 y puestas en vigencia en 2021.

Por ahora, el espíritu de esos cambios no estaría dando el resultado esperado, que era que las militantes de las organizaciones políticas tengan mayor participación en los procesos de elección popular.

Ruth Hidalgo, directora de esa organización de la sociedad civil, le dijo a EXPRESO que, en su momento, se advirtió que la idea tendría dificultades porque más del 90 % de partidos y movimientos del país no tienen estructura organizativa y muchos de “papel” solo se activan para las elecciones.

“Por eso, un gran número de agrupaciones políticas han estado desesperadas tratando de encontrar alguna candidata que quiera ser parte de las listas de concejales, juntas parroquiales o alcaldías. Ahí es donde aparecen las estrellas de la televisión, de la radio o deportistas, que si bien pueden tener méritos en su área, no necesariamente deben estar preparadas para asumir cargos políticos”, señaló.

El informe está listo para ver la luz. Solo están a la espera de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) dé a conocer las listas oficiales, algo que estaba programado para el 18 de diciembre de 2022, sin embargo, la presidenta del organismo, Diana Atamaint, anunció que hay 27 casos de candidaturas por resolver, pero que el listado definitivo estará cerrado en los próximos días.

La activista y consultora en políticas de género, Rocío Rosero, dijo que al menos para estas elecciones esa será la realidad porque los partidos aún basan su apuesta electoral en el clientelismo, en lugar de propiciar espacios de participación efectiva de las mujeres.

“Los partidos, que por lo general tienen estructuras patriarcales, siempre están buscando la forma de saltarse las reglas y violentar los derechos de sus propias militantes, a las que no promueven o promocionan sus candidaturas. La ley debe ir acompañada de una reforma política para que funcione”, señaló.

Quien aún confía que la norma va a cumplir su fin en el futuro cercano es la excandidata a la Presidencia, Ximena Peña, que cuando se debatieron las reformas presidía la mesa de Justicia de la Asamblea, que fue la encargada de tratar el tema.

Recordó a este Diario que no solo se trata de cumplir el 30 % de mujeres encabezando listas, sino que los cambios a la Ley Electoral disponen emplear un 70 % del Fondo Electoral para la formación política de las mujeres para que se vayan armando cuadros para los próximos procesos y que es el CNE el que se debería encargar de controlar que esto se cumpla.

Progresivo

Según la reforma legal, para 2021 las listas debían estar encabezadas en un 20 % por mujeres. En esta ocasión el porcentaje subió al 30 % y para las presidenciales de 2025 se prevé que esta participación se ubique en un 50 %, lo que plantea un reto aún mayor para las organizaciones políticas.

Realidad

Las elecciones seccionales son espacios poco favorables para la participación femenina en política a diferencia de las presidenciales y la elección de asambleístas. En 2019, de 1.875 candidatos a alcalde, solo 249 fueron mujeres, apenas el 13,3 % y, de ellas, solo 19 fueron electas.