Algunos colegas amigos y otros no tan amigos, me han cuestionado por sostener que el estado ecuatoriano debe dejar de meterle la mano al bolsillo a la gente cada vez que necesita dinero. En su lugar, creo que se puede recortar el gasto inútil o excesivo. “¿Dónde quieres que recorte, si la mayor parte del gasto se va en sueldos?”. 

Esa es la primera falacia. La segunda, es decir que somos el país con más bajos impuestos. En realidad, si sumamos el IVA, el ICE, el ISD y el IR, que debe pagar una persona u empresa, somos uno de los países que más impuestos paga en la región, sin contar los pagos al IESS, tasas, ni impuestos municipales. Recordemos además que es una economía dolarizada. 

La tercera falacia es aquella que sostiene que vivimos gracias al petróleo. En realidad, el principal ingreso del estado ecuatoriano está en los impuestos que pagamos.

Tenemos demasiadas instituciones, algunas cuya existencia desconocía. Hay que eliminar unas cuantas y traspasar sus funciones a otra institución o ministerio. Son tantas que no caben en un solo artículo, por eso voy a referirme a áreas específicas y citar algunos ejemplos.

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En el área administrativa del gobierno se encuentran instituciones como Inmobiliar, Cordicom, Senplades, Emco, Arca y otras, creadas en la época de bonanza y despilfarro, cuyas funciones podrían pasar a ser simples oficinas coordinadoras en otras instituciones y nos ahorraríamos más de $56’000.000 en sueldos, bienes y servicios.

En el área de ambiente hay una serie de organismos que tienen funciones duplicadas y la gastadera de recursos es impresionante. Por ejemplo, para Galápagos hay tres instituciones; una para controlar la introducción de elementos extraños que puedan afectar a las islas que nos cuesta $5’000.000. También está el Parque Nacional Galápagos con un presupuesto de $19’000.000 y además tenemos el Consejo de Régimen Especial de Galápagos con $28’000.000. 

No necesitamos las tres instituciones, una sola bastaría y podríamos ahorrarnos unos $20’000.000. Recordemos que también está la Fundación Charles Darwin y otras ONG’s que contribuyen al bienestar de las islas.

Con la Amazonía el derroche es más evidente. Tenemos una Secretaría Técnica de la Circunscripción Territorial Amazónica con un presupuesto impactante de $148’000.000, más del doble del presupuesto del Ministerio del Ambiente que es de $57’000.000. ¿En qué se ha gastado todo ese dinero? Algo está mal y en lugar de ajustarlo, ¡lo van a aumentar a $172’000.000 para 2024!

El área educativa es la de mayor presupuesto, eso es muy bueno. Sin embargo, no todo el gasto es eficiente y dedicado al pago de profesores y su preparación. También hay gastos que pueden recortarse. Con ese dinero se puede contratar más educadores.

Los ministerios de Deporte y Cultura deben ser eliminados. Esos dos ministerios tienen un presupuesto de $72’000.000 y $20’000.000, cuando bien podrían ser dos subsecretarías adscritas al de Educación con diez funcionarios cada una. Antes de la década perdida era precisamente Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

La cultura y el deporte deben ser impartidos en las escuelas, colegios y universidades. Deseamos tener deportistas y artistas con buena educación, preparados para convertirse en buenos seres humanos. No necesitamos un ministerio metiéndose en los asuntos de clubes deportivos privados.

La educación superior también podría ahorrarse $132’000.000 asignados a SENESCYT y otros $50’000.000 de nuestros impuestos que se los llevan otros organismos como el IAEN. El Consejo o Secretaría de Educación Superior es suficiente para regular el funcionamiento de las universidades.

En el área de defensa no relacionada con el Ministerio de Defensa o las Fuerzas Armadas, sino con otras instituciones como el CIES, INOCAR, IGM, la base en la Antártida y otros, hay un rubro de aproximadamente $145´000.000 que, aunque no deben eliminarse, podrían reducirse. ¿Sabe usted que gastamos $1´000.000? mensuales solo en la casa militar presidencial?

Aún faltan otros ministerios como el de Turismo, con $16’000.000, Comercio Exterior con $54’000.000 y Telecomunicaciones con más de $17’000.000 que, aunque realicen una buena labor, pueden pasar a ser oficinas en el Ministerio de Relaciones Exteriores los dos primeros y desaparecer el tercero. No pasa nada en el Ecuador si se lo hace.

En las áreas de agricultura, asuntos internos, transporte y obras públicas hay exceso de institutos de investigación, observación, control, estudios, etc., que pueden eliminarse sin que esto afecte el funcionamiento del país.

Con estos recortes, que tan solo atañen al gobierno central, el país podría ahorrarse cerca de $600´000.000.

En las áreas de transparencia, control social, asamblea, también puede haber recortes de gastos absolutamente superfluos, como construir una capilla en el palacio legislativo.

Nadie se opone a hacer un sacrificio por las condiciones en que está el país, pero Ecuador tiene la más alta tasa de gasto público (49% del PIB) en Latinoamérica; eso significa que nuestro dinero no lo gastamos nosotros, sino la burocracia. Ya es hora de que el estado también haga un sacrificio y que ese dinero vaya para el verdadero propósito de ser de un estado: Seguridad, salud y educación.

Me faltó preguntar ¿Cuándo? Ahora es el momento.

Apoyo investigativo: María Emilia Zúñiga.

Fuentes: Ministerio de Economía y Finanzas y Banco Central del Ecuador.

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