Lleno y vivo. El feriado ha reanimado al sector turístico y ha copado de ilusión a empresarios que lograron dar un aliento a sus estados financieros, que tantos meses pospandemia estuvieron golpeados por las restricciones.

Tres días estuvieron llenos de turistas los balnearios de la Península, por ejemplo. El feriado más largo del año dejó felices a empresarios, artesanos y comerciantes del sector peninsular. La presencia de al menos 200 mil visitantes ha reactivado satisfactoriamente la economía, esto pese a que hubo quienes, para ajustarse, decidieron llevar su propia comida o dormir en casa de familiares.

Los días de descanso obligatorio coincidieron con la agenda de festejos por los 14 años de provincialización de Santa Elena. Eso hizo que los municipios locales y la Prefectura organizaran sendos espectáculos públicos gratuitos con ferias artesanales. Actividades que fueron el gancho perfecto para atraer a más turistas y dejaron una renta de alrededor de cinco millones de dólares.

Hubo masiva concurrencia en playas, hoteles, restaurantes y en los shows artísticos agendados para la fecha. Durante los días domingo, lunes y martes, los balnearios lucieron copados. Aunque ayer la presencia de visitantes disminuyó y desde muy temprano empezó el retorno de las personas hacia sus diferentes destinos.

La Comisión de Tránsito del Ecuador ha informado que el flujo vehicular en el peaje de Chongón alcanzó los 99.467 vehículos que se dirigieron a los diferentes balnearios durante estos cinco días de descanso. A la mañana de ayer, habían retornado al menos 89 mil automotores.

Carlos Abad, presidente de la Cámara de Turismo de Santa Elena, es uno de los empresarios que da cuenta de lo que ya califica como repunte económico a propósito de la movilización masiva de estos días.

“Es un gran respiro. Tenemos el optimismo de que se vendrán mejores días”, dijo a propósito de la temporada playera, que empieza con el feriado de inicio del 2022 en el que se espera que la afluencia de turistas sea superior a la de este mes de noviembre.

Hoteleros, propietarios de cevicherías y de los centros recreativos establecieron que a pesar de la crisis económica generada por la pandemia, el presupuesto de cada viajero fue de medio hacia arriba. Hubo consumo de productos.

“Estimo que algunos hicieron uso de sus ahorros. El consumo fue alto, aunque también hubo unos cuantos que vinieron con lo justo y pedían rebajas”, manifestó Luis Tenempaguay, propietario de un local de comida en San Pablo.

Para hoy está prevista la evaluación de los ingresos económicos obtenidos durante estos días. En la reunión participarán dirigentes del gremio turístico y autoridades de seguridad.

Igual escenario tuvo General Villamil (Playas), que a tan solo una hora de Guayaquil logró atraer a miles de aficionados al mar. “El que se queja es porque quiere. No comprende que todo es progresivo. El año pasado en este feriado no teníamos nada. Hoy demos gracias a Dios, estamos pagando deudas y comenzamos a ver ganancias”, evalúa César Laverdy, dueño de un hotel, cuyas 50 habitaciones estuvieron llenas.

El domingo y el lunes fueron los días en que más turistas llegaron a Playas y a puntos turísticos como Engabao, El Pelado, El Faro y Data.

La Cámara de Turismo y la Dirección de Turismo municipal informaron que entre domingo y lunes, los hoteles se llenaron completamente. El sábado y martes, hasta el 60 y 50 % y el miércoles, como en otros destinos, comenzó el retorno y quedaron pocos visitantes en los hoteles.

Algunos huéspedes solo llegaron por una noche, pero luego llegaban otros, detalló Esperanza López, presidenta de la Cámara de Turismo.

Los restaurantes, dueños de carpas, cevicheros, artesanos y otros tienen la misma evaluación y se mostraron contentos, porque del feriado de cincos días, tres fueron excelentes: domingo, lunes y martes.

Olivia Santa Rosa, de la Asociación Techitos Azules, vendió cuatro docenas de corvina en el festival gastronómico de dos días que organizó el Municipio; mientras que Wilson Yagual alquiló las 15 carpas durante los días de asueto.

También la vida nocturna sintió alivio. En la noche, los restobares y bares también lucieron llenos. Diana Díaz, dueña de uno de estos lugares, dijo que aunque les fue bien, la Policía hizo cerrar poco después de la medianoche.

Según una evaluación preliminar de la Dirección de Turismo, en los cinco días llegaron cerca de 180.000 turistas, sin contar los que se dirigieron a otros puntos del balneario. Esto habría generado que se muevan unos 5 millones de dólares.

Manabí fue otro de los destinos consentidos por los turistas. Isidro Rodríguez, director de Turismo de Manta, informó que la capacidad de ocupación en los hoteles de 4 y 5 estrellas era del 100 % desde el sábado 30 de octubre hasta el lunes 1 de noviembre y en hostales de la parroquia Tarqui se evidenció una ocupación hotelera que osciló entre un 50 y 80 %, aunque la mayoría no por más de dos noches.

Las playas fueron los espacios más visitados. En los balnearios urbanos, como El Murciélago, el conteo de bañistas superaba las 15 mil personas, mientras en San Mateo y Santa Marianita hubo un aproximado de 10 mil visitantes diarios.

“Todo este movimiento de turistas más los eventos organizados supondrían una inyección económica para el cantón que supera los 4 millones de dólares durante todo el feriado nacional. Estamos a la espera de lo que será el feriado local que inicia el viernes 5 de noviembre”, explicó Isidro Rodríguez.