Al parecer, estamos advertidos en el sentido de que este invierno será más intenso que los registrados en años anteriores. Ojalá nomás que las obras de prevención se hayan ejecutado, aunque no he escuchado ni leído en ninguna parte que se haya hecho algún trabajo de gran envergadura en zonas sensibles del país. Espero estar equivocado pues sabemos que la improvisación siempre nos rodea y echamos a correr a última hora y a hacer lo que debimos haber previsto. Por lo pronto en Guayaquil la gente ya sabe que debe andar con su paraguas en mano pues las precipitaciones se desencadenan en cualquier momento.

Maricela Lozano de Torres