
El presidente prescinde de los edecanes militares
Eran, hasta ayer, los personajes más cercanos al primer mandatario. Rafael Correa ya no estará acompañado por sus edecanes militares.
“Ustedes serán los últimos edecanes que yo tenga”, anunció ayer en una ceremonia en el Palacio de Carondelet, según la prensa oficial. El teniente coronel del Estado Mayor Ricardo Antonio, el teniente coronel de Estado Mayor Nilo Mauricio y el capitán de fragata de Estado Mayor Jimmy Fidel Molina retomaron sus tareas en las FF. AA.
¿Por qué la despedida? En febrero de 2015, la Asamblea aprobó una reforma a la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas. Allí se estableció que solo el presidente tendrá edecanes militares. Pero, además, él podrá decidir si los utiliza o no. Y Correa se inclinó por la segunda opción.
¿La razón? Desde 2013, cuando se propuso el cambio legal, la figura del edecán (a los ojos del oficialismo) no era clara. “No es una figura clave en la seguridad de los mandatarios”, dijo entonces el Legislativo.
En Carondelet, explicó la Comisión de Soberanía, existe toda una estructura para la seguridad presidencial: un jefe y un subjefe del Servicio de Protección Presidencial (ambos con personal bajo su dirección), un director de Análisis y Prospectiva de la Seguridad, un director de Gestión de Riesgos de la Protección Presidencial y un director de Inteligencia de Protección.
Las otras tareas del edecán, relacionadas con el control y apoyo de las actividades de la agenda, las podría asumir un asesor, argumentó la mayoría de PAIS durante el trámite.