El presidente Guillermo Lasso asistió este 11 de junio de 2021 a su primera ceremonia militar tras su posesión el pasado 24 de mayo. Fue en Parcayacu y con motivo del cambio de mando en las Fuerzas Armadas.

Por primera ocasión, después del inicio de la pandemia hubo desfile de tropas, sobrevuelo de aviones y helicópteros y exhibición de material y equipamiento.

El presidente cerró la ceremonia con su discurso en el que hubo ofrecimientos, respaldo, agradecimientos y anuncios. Elogió la trayectoria de los nuevos miembros del alto mando que ocupan los cargos de oficiales salientes que desempeñaron sus tareas con el mismo grado de profesionalismo.

Lasso les dijo a los militares que ellos han dado muestra del alto espíritu democrático y el país jamás olvidará desempeño por ejemplo en los sucesos de octubre de 2019 en donde hubo una paralización del país por 12 días caracterizada por bloqueo de vías, ataque a instalaciones, paralización de servicios, actos vandálicos y hasta agresiones a periodistas. Manifestó que Ecuador sufrió la paralización, abuso y violencia irracional y ahí estuvieron los militares, "ustedes estuvieron en la acera correcta de la historia".

Recordó que se pretendió sembrar en el seno de Fuerzas Armadas la misma insidia que se esparció en el conjunto de la sociedad. "Quisieron dividirlos, dinamitar sus principios, quisieron regar en sus filas ideas perversas que solo benefician a unos cuantos oportunistas", recalcó. Pero reconoció que los miembros de las Fuerzas Armadas se mantuvieron firmes y leales en sus valores y principios. 

Elogió que gracias a esa firmeza de los uniformados es que el Ecuador ha sido y será tierra de paz que no han podido vivir otros países del continente "en donde lacras como el terrorismo permanecen hasta el día de hoy". 

El presidente afirmó que es necesario valorar la paz que garantizan los militares porque la paz y el orden no suceden así nomas. La paz se conquista día a día con sacrificio. El gobierno sabe que su misión es esencial para garantizar las libertades. 

Reiteró que tiene una inquebrantable fe en los derechos humanos, pero comprendemos que los derechos solo pueden existir cuando hay un marco democrático que los sostiene. Los Derechos Humanos son los primeros en desaparecer cuando se derrumban la ley y civilidad, acotó.

"Este nuevo Ecuador del encuentro genera espacios de diálogo a todo nivel pero siempre dentro de la democracia. No habrá tolerancia para grupos que actúen fuera del marco institucional y pretendan con anarquía desestabilizar al país. Nos la jugamos por la paz social y la tranquilidad ciudadana", sostuvo.

Destacó la labor de los uniformados en el combate al narcotráfico, al contrabando y el apoyo a la Policía y el trabajo en la emergencia sanitaria por la COVID-19. Reiteró que el Centro de Inteligencia Estratégica (CIES) estará al servicio del Estado y la seguridad ciudadana no para que se espíe la vida privada de las personas o al servicio de oscuros intereses políticos. Enfatizó que la inteligencia es vital para detectar amenazas no para perseguir a los inocentes. Finalmente reiteró que cree en la justicia que con independencia resuelva asuntos policiales y militares y espera que se fortalezca con jueces mejor capacitados y especializados en esos delicados temas. 

Ofreció que estará pendiente de sus necesidades más urgentes de los militares y cumplirá lo necesario para modernizar, equipar y fortalecerlas así como el sistema de salud militar, dignificar la carrera, apoyar acciones que garanticen una vida y retiro digno porque garantizar su desempeño es garantizar la seguridad y paz en el Ecuador. Culminada la ceremonia el presidente viajó a Guayaquil para recibir su primera dosis de vacuna contra la COVID-19.