Unas primeras salidas poco alentadoras. Los candidatos que han confirmado que correrán por la presidencia en 2021 van dejando sus primeras estampas proselitistas y no todas han sido favorables, aunque han puesto a gran parte de la ciudadanía a hablar de ellos.

La semana anterior arrancó con el expresidente Lucio Gutiérrez empuñando una especie de bazuca mientras decía que va a luchar contra la corrupción. “Al que se baje de la avioneta ¡fuego contigo!”, exclamaba en el video que aunque se hizo viral en redes, fue eliminado por la cantidad de críticas y comentarios negativos que acumuló.

Antes, el líder de CREO, Guillermo Lasso, sorprendió a sus simpatizantes y enardeció a sus detractores levantando un vaso de cerveza mientras mencionaba la popular frase “es viernes y el cuerpo lo sabe”, usada especialmente entre los segmentos más jóvenes de la población.

El recién autopostulado candidato a la presidencia por Libertad es Pueblo, agrupación política cuya inscripción está en entredicho luego de un examen de la Contraloría, Fernando Balda, también quiso ser tendencia por una afirmación fuera de lo común.

En entrevista con un medio digital, aseguró que de llegar a la presidencia en el primer día de mandato colocará una bandera de China con un murciélago en la mitad y que usará la millonaria deuda que tiene el país con el gigante asiático como carta de pago para indemnizar a los familiares de los fallecidos con la COVID-19.

Eso no es todo. También señaló que pondrá una base militar ecuatoriana en Taiwán (para presionar a China) y afirmó que no lo decía en broma, aunque eso parezca.

Las reacciones ciudadanas, especialmente en las redes sociales que es donde se difunden las primeras escaramuzas electorales, fueron diversas para cada caso, aunque el consenso era que se trataba de populismo y demagogia.

Dos expertos consultados por EXPRESO coinciden en señalar que sería un error que los políticos basen sus campañas formales en este tipo de estrategia. Sofía Guerrero, politóloga y académica, cree que los aspirantes deben más bien demostrar y probar que van a marcar una diferencia con la política tradicional, tan venida a menos.

“Estamos a siete meses de las elecciones y los candidatos están buscando hacia dónde gira la opinión pública. Lo que se pensaba como estrategia en enero, cambió radicalmente con la epidemia. La demagogia es una modalidad de la política y de muchos aspectos de la vida, por lo que no va a desaparecer”, advirtió la experta.

El estratega político Oswaldo Moreno cree que más allá del histrionismo que pueden empezar a mostrar los candidatos en este momento embrionario de precampaña, en algún momento les va a tocar conectar con las verdaderas preocupaciones que tiene la ciudadanía en este momento. “Más allá del populismo, que siempre habrá, creo que en esta ocasión va a ser importante definir quién es un outsider y quién un antisistema y percibo que hay clima para el segundo”, señaló.