Código de la Democracia reformado: ¿mejora o retroceso para la democracia en Ecuador?

Con 125 votos a favor, de los 151, el Pleno de la Asamblea Nacional aprobó las reformas Ley Orgánica Electoral y de Organizaciones Políticas de la República del Ecuador, más conocida como Código de la Democracia. Sin embargo, para expertos en temas electorales, las modificaciones no son importantes ni mejoran el sistema electoral del país.

A criterio de Medardo Oleas, expresidente del Tribunal Supremo Electoral, las reformas son intrascendentes. “Se les olvidó obligar a que todos los partidos tengan padrones electorales para que sean utilizados para, mediante voto secreto, elegir a los dignatarios internos, provinciales y/o nacionales”. De esta forma, indica, rompía con la improvisación, ya que las tiendas políticas solo se activan para una elección.

Además, de que se promueva la capacitación y los tanques de pensamiento para que se desarrollen las políticas públicas para los programas que necesita el país para atender sus necesidades. Esto, porque para rellenar las dignidades a contender, ponen a cualquier persona mediática, futbolista, reina de belleza, cantantes, entre otros conocidos que no están preparados para ser candidatos, subraya Oleas. “Era urgente que se aprovechara la situación para perfeccionar el sistema de partidos políticos, pero no lo hicieron”.

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Otras razones por lo que las reformas no fueron profundos cambios al sistema electoral

Porque son reformas que no están direccionadas directamente en mejorar la calidad de la miel, manifiesta el experto electoral, Alfredo Espinoza. No obstante, hay otra reforma que es un poco más de fondo y quizás la más polémica, el método de asignación de escaños; se cambió el método de adjudicación de escaños, del sistema de Webster por el D’Hondt.

“Hemos tenido el un uso constante de estos tipos de mecanismos porque básicamente los políticos legislan para satisfacer el hambre electoral de los partidos”. Según Espinoza, hoy es conveniente el método D’Hondt para la Revolución Ciudadana porque así pueden sostener el bipartidismo que existe en la Asamblea Nacional, eliminando toda negociación con los partidos pequeños.

Por otra parte, Espinoza señala que en el actual Código de la Democracia había sanciones mucho más fuertes para aquellos candidatos que cometían distintos tipos de infracciones. Ahora, la Asamblea Nacional las reduce. Ahora, se tiene “un tácito entendimiento de que se los políticos van a seguir cometiendo distintos tipos de infracciones” porque lo que estarían haciendo es “cubrirse las espaldas para que no la sanción económica no sea fuerte”.

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Para Wilmer Suárez, director del Observatorio Territorial Multidisciplinario de la Universidad Laica Eloy Alfaro, las reformas son medidas que probablemente beneficien al movimiento oficialista y al correísmo en las próximas elecciones seccionales. No obstante, tampoco trae consigo una definición relacionada con los adherentes de las organizaciones políticas.

“Si revisamos las casi 300 organizaciones políticas nacionales, provinciales, cantonales y parroquiales, y aunque se supone que un ciudadano solo puede auspiciar una tienda política, al sumar la totalidad de las firmas de todas estas organizaciones sobrepasa el número de la población en el Ecuador”. 

Por otra parte, el fondo partidario debieron dividirlo en dos, uno orientado a fortalecer las acciones de los partidos y al Instituto de la Democracia, y otro, un fondo concursable para que las universidades realicen investigación.

En fin, para Espinoza, lo que la Asamblea Nacional aprobó fueron reformas epidérmicas, redundantes y preocupantes, porque mediante la disposición transitoria segunda de la reforma, están obligando al CNE a que, en cuatro años, active el voto electrónico, a una entidad que no puede controlar una urna en los comicios.

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