Un tema cuestionado, pero del que nadie hace nada. La gran cantidad de partidos y movimientos políticos habilitados para participar en los procesos electorales pasó factura en las elecciones del 2019, tanto así que llegó el plazo de posesión de autoridades y aún esperan causas por ser despachadas en el Tribunal Contencioso Electoral.

Hasta diciembre pasado, 279 organizaciones políticas tenían personería jurídica. Actualmente, de acuerdo a datos del Consejo Nacional Electoral, otras cerca de 185 (de diferentes niveles de jurisdicción) están en proceso de inscripción (en diferentes etapas del proceso: pedido de formularios, recolección de firmas, entrega de firmas, etc.).

Esto, a criterio de Marcelo Espinel, director de proyectos de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, es una de las deudas de las reformas electorales recientemente aprobadas por la Asamblea Nacional y que esperan el tratamiento del veto presidencial en el pleno para pasar al Registro Oficial. “Es uno de los temas pendientes. Desde distintos sectores se anunció que eran necesarias reformas profundas y no parches... En el anterior proceso electoral hubo 280 organizaciones políticas que participaron del proceso, más 180 en camino dará como resultado que en el 2021 tengamos esas sábanas electorales que producen un derroche del Estado en pauta publicitaria y dificultad en promover un voto informado”.

Una de estas organizaciones en proceso de inscripción es el movimiento Nosotros, liderado por el exasambleísta y excandidato vicepresidencial Andrés Páez. ¿Por qué crear una organización política y no adherirse a una ya existente? El político responde que la intención de la naciente organización es ser parte de un frente de organizaciones políticas y esto les da autonomía para defender sus propias tesis que no han encontrado en otra organización política de las 279 existentes.

“Hay gente que participó en la lucha en las calles en contra de la dictadura (refiriéndose a la gestión del expresidente Rafael Correa) y no se siente identificada por otras organizaciones política”, replica Páez, quien asegura que ahora en enero presentará unas 200 mil firmas recogidas a nivel nacional para inscribir el movimiento que ya tiene 23 directivas provinciales en las 24 provincias, a excepción de Galápagos y las circunscripciones del exterior.

El expresidente del Tribunal Supremo Electoral, Medardo Oleas, coincide con Espinel en el sentido de que este tema debió estar en el paquete de reformas electorales. El experto cree que hay dos maneras de empezar a reducir la abultada lista de organizaciones políticas. Una de ellas es obligar a los partidos políticos a tener afiliados empadronados. “Con ese padrón funciona la democracia interna y ya ganamos bastante”.

La otra es la regulación del funcionamiento de los movimientos, dándole mecanismo para que en la parte inicial puedan salir adelante. Pero, a criterio del experto, si en dos elecciones no han alcanzado el 1 % de la votación deben desaparecer. “Hay que ser más drásticos en eso. Hay que buscar la organización a nivel nacional”.

Según la presidenta del CNE, Diana Atamaint, la fecha para las próximas elecciones no puede pasar del último domingo de febrero de 2021 lo que quiere decir, de acuerdo a los plazos legales, que en agosto debe cerrarse el plazo para la inscripción de organizaciones políticas que quieran participar en esas elecciones.