La presión se afloja, un poco. Las ventas anticipadas de petróleo, que firmó el gobierno del expresidente Rafael Correa, comprometieron el 103 % de la producción de este año. Es decir, el país no alcanzaba a extraer todo el crudo que ofreció el correísmo. Una negociación intensa con Petrotailandia (uno de los compradores), sin embargo, permitió que se liberen más de 6,48 millones de barriles que serán comercializados con mejor precio a otra empresa estatal.

No significa que Petrotailandia dejará de recibir el crudo ofrecido y comprometido en el gobierno anterior. Lo que se logró, según conoció EXPRESO, es que reprogramen las entregas de barriles para que no todas se cumplan en 2020. De todas formas, adelantaron las autoridades del sector petrolero, el plazo para la terminación de las preventas sigue siendo diciembre de 2024.

La apertura de reprogramación que brindó Petrotailandia permite que Ecuador vea a nuevos contratos con mejores ingresos. En carpeta está, por ejemplo, un contrato con la empresa estatal jamaiquina, Petrojam. A ellos se les entregaría los 6,48 millones de barriles en los próximos dos años. La firma está lista.

Serán 24 cargas de crudo ecuatoriano que lleguen hasta las manos de la petrolera de Jamaica. 

¿Por qué el contrato con Petrojam es más beneficioso que el firmado con Petrotailandia? Según Pablo Flores, gerente general de Petroecuador, hay puntos positivos de fondo y forma. Sobre la forma, por ejemplo, Petrojam pagará por el crudo recibido hasta 10 días después de entregado el producto. Con las preventas correístas, los pagos llegaban 30 días después. Liquidez más rápida para la estatal ecuatoriana. 

En el fondo, hay beneficios en el precio que se paga por cada barril. “Las empresas (como Petrojam) pagan los cargamentos entregados bajo la fórmula de crudo WTI (West Texas Intermediate), con un diferencial obtenido de las licitaciones efectuadas por Petroecuador”. En las operaciones anteriores se fijaba una fórmula que afectaba la ganancia de Ecuador.