El incidente ocurrido el pasado 31 de enero de 2016 no corresponde a un derrame sino a un liqueo (goteo) en la monoboya ‘Y’, puesto que ningún buque se encontraba en operaciones de carga, concluye en uno de sus puntos el informe que varias instituciones presentaron sobre lo ocurrido en el puerto petrolero de Balao.

Pescadores artesanales de la zona habían denunciado un derrame de combustible frente a la costa del puerto artesanal pesquero de Esmeraldas. Según dijeron, en ese sitio estaban ancladas unas 60 lanchas que quedaron con vestigios del hidrocarburo.

Pero el informe presentado por la Superintendencia de la Terminal Petrolera Balao (Suimba), la Capitanía del Puerto de Esmeraldas y el viceministerio de Acuacultura y Pesca, señalan que tras recibir la alerta del incidente por parte de Petroecuador, se realizaron inspecciones físicas a las zonas afectadas durante los días 31 de enero y 1 y 2 de febrero, a fin de tomar las acciones correspondientes.

“Petroecuador cumplió de manera oportuna, con todos los procedimientos de contención, recolección y limpieza de cuatro barriles de crudo que liquearon desde la monoboya ‘Y’ en el puerto petrolero de Balao el pasado 1 de febrero, sin que la mancha del hidrocarburo haya superado los límites operativos del puerto”, menciona el reporte de las autoridades.

Señala también que los trabajos oportunos y adecuados de mitigación del crudo impidieron que las películas oleosas salgan de la jurisdicción marítima de la terminal petrolera de Balao.

Según las autoridades, el liqueo produjo el goteo de cuatro barriles de crudo liviano, “los mismos que fueron recogidos y dispersados de forma inmediata en la misma zona de seguridad del puerto petrolero”.

Petroecuador descartó así un posible fuerte impacto para los pescadores. “Es poco probable que existan muchas embarcaciones con rastros de hidrocarburo afectadas por esta mínima cantidad de hidrocarburo residual y además el área de impacto no es un área para efectuar faenas de pesca”. MAS