Como aquellas avionetas que vuelan bajo para evadir los radares al entrar al espacio aéreo de una nación, casi rascando la cima de los cerros y las copas de árboles, así se podría describir la carrera inadvertida de Pablo Bolívar Muentes Alarcón para escalar en el círculo más cercano al líder del Partido Social Cristiano (PSC), Jaime Nebot. 

Sin embargo, rastros de su andar han quedado captados en registros fotográficos y en la memoria de personas que veían con recelo su presencia desde hace unos 20 años.

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Diario EXPRESO consultó a fuentes que han estado ligadas estrechamente al PSC y al Municipio de Guayaquil para conocer los pasos que dio Muentes en su ascenso en esas dos organizaciones o instituciones. Accedieron a hablar bajo la reserva de su identidad.

El registro más antiguo que consta sobre Muentes en la Contraloría detalla que el ahora procesado por presunta delincuencia organizada en el caso Purga, que se deriva de Metástasis, tuvo el cargo de coordinador ejecutivo en el Municipio de Guayaquil en 2012.

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Sin embargo, una de las fuentes consultadas refiere que a Muentes ya se lo veía en los pasillos del cabildo desde la primera de las cuatro administraciones de Jaime Nebot, que se cumplió del 2000 al 2004.

La fuente recuerda que Muentes era uno de esos típicos personajes, medio políticos,  dirigente de bases, que a veces es muy común en esos espacios, "pero nunca tuvo mayor incidencia en un puesto muy jerárquico": "Venía de las campañas de los sociacristianos de los años 90".

Entre los años 2003 y 2007, el abogado graduado en la Universidad Técnica Particular de Loja tuvo su primera experiencia en el ámbito legislativo cuando fue diputado por el PSC.

Alfonso Harb le cuenta a EXPRESO que Muentes fue su alterno y que este se principalizó cuando él buscó la reelección.

"Su candidatura la designó la Asamblea del Partido Social Cristiano, en esa época era la que decidía sobre las candidaturas. Decidía sobre las principales y las alternas. Incluso en mi caso, yo estaba impulsando la candidatura, para que sea mi alterno Jorge Mancheno March, pero la Asamblea del PSC decidió que sea Pablo Muentes", sostiene Harb, quien agrega que lleva más de diez años desafiliado de esa organización política.

"Con Pablo Muentes hemos sido conocidos, saludábamos siempre, pero no hemos tenido una amistad así de, ni amistad social. Cuando nos hemos visto: Hola, Pablo. Hola, Pocho".

Una de las fuentes consultadas también señala que en los últimos 23 años hubo un distanciamiento de Muentes con el orbe municipal, entre 2006 y 2009, por un aparente problema que le acarreó la desvinculación por parte del cabildo. Ese motivo no se lo ha podido contrastar.

Asimismo, la fuente recuerda que en ese lapso Muentes se acercó a la administración del entonces prefecto Jimmy Jairala. Eso lo corrobora el político que lidera Centro Democrático a EXPRESO.

"Exactamente dos semanas, porque se había desvinculado del Municipio de Guayaquil. En mi administración duró dos semanas. Fue un paso fugaz. (¿De qué estaba a cargo?) Nada. Estaba solamente. Él iba a ayudar a coordinar algunas áreas, pero no hubo ningún acuerdo. No tenía nombramiento de nada", asegura Jairala.

El político y exprefecto del Guayas añade que Muentes apareció a ofrecer sus buenos oficios: "Lo que ayudó fue en unos días finales de la campaña en perifonear publicidad de mi campaña. Camionetas de perifoneo que tenía el señor".

La relación o el vínculo entre Muentes y el socialcristianismo se retomó en la más reciente década, cuando asumió el cargo de coordinador en el Municipio de Guayaquil, en el 2012, aunque la Contraloría no detalla en qué área del cabildo se desenvolvía.

En un registro posterior que consta en la institución de control se enlista un cargo con una leyenda un poco más precisa, pero en 2014: coordinador ejecutivo de participación ciudadana.

Ese mismo cargo se repite en los seis registros posteriores, del 2014 al 2020, por el que percibió como sueldo unos $ 4.400, según los datos públicos de septiembre de ese último año. 

"Usted sabe que la palabra coordinador es todo y nada. Le inventaron el cargo de coordinador de participación ciudadana. Eso era aire", comenta una de las fuentes. 

El ascenso de Muentes en la vida pública está ligado coincidencialmente con el ocaso de la figura de Jaime Nebot como alcalde de Guayaquil, quien ya no podía reelegirse. La escasez de liderazgos en el socialcristianismo también dejó la vía libre para cuadros poco tradicionales, fuera del molde o fichas recicladas, analizan las fuentes.

En el 2019, Cynthia Viteri tomó la posta en el cabildo; y, en el periodo pasado de la Asamblea, el nombre de quien se había desenvuelto en el negocio de venta de comida ganó visibilidad, sobre todo por un pasaje colérico con Fernando Villavicencio (+) y un discurso de fiscalización. El rostro de Luis Almeida también matizó las jornadas en el legislativo, tal cual como en los años 90 e inicios del siglo 21.

Muentes era asambleísta alterno de Soledad Diab. Él se principalizó tras la renuncia de la legisladora a finales del 2022, ya que el partido tenía otros planes para ella, una de las concejalías de Guayaquil.

"Se principalizó con la venia del líder del PSC", señala una de las fuentes que trabajó de cerca con ese partido.

Hoy, Pablo Muentes es uno de los once procesados por el caso Purga, en el que se investiga una estructura de corrupción para influir en decisiones judiciales en la Corte de Justicia del Guayas. Precisamente, una decisión judicial le dio la razón en una demanda por $ 4 millones que presentó en contra del Banco del Pacífico con documentos falsos, según la Fiscalía.

Por su parte, el PSC ha marcado distancia de cualquier accionar de Muentes, aquel personaje que se involucró en campañas, recorridos de obras, asuntos municipales y la representación del partido en la esfera más importante de la democracia ecuatoriana, el otrora Congreso Nacional, ahora la Asamblea.

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