Una vez que se eliminó la prueba Ser Bachiller, la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) trabaja ya en el nuevo examen que deberán cumplir los bachilleres para el ingreso a la educación superior, así lo señaló la delegada de la secretaria, María Fernanda Maldonado, quien compareció a la Comisión de Educación, donde expuso los términos y componentes de la nueva prueba.

La funcionaria indicó que el examen se realizará en línea, a través de una plataforma tecnológica. ¿Cuándo? La primera semana de septiembre, tentativamente, cuyo proceso estará dotado de medidas de seguridad para mitigar riesgos, especialmente la filtración del documento.

Explicó que dicha prueba, que rendirán alrededor de 220 mil bachilleres, es voluntario y evaluará cuatro áreas: matemáticas, ciencias sociales, ciencias naturales, lengua y literatura. Precisó que la toma del examen y las calificaciones están bajo la responsabilidad de Senescyt, mientras el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval), definirá su estructura, es decir la parte psicométrica.

Puntajes. El examen de postulación tiene un puntaje de 60 % y, el 40 % constituye a los antecedentes académicos (nota de grado), existiendo un puntaje adicional por acciones afirmativas para las personas que cumplen algunas características: condición socioeconómica (15 puntos), ruralidad, territorialidad, vulnerabilidad, pueblos y nacionalidades (10 puntos).

Destacó que un equipo de 22 universidades (18 públicas, de posgrado y particulares) contribuyeron en establecer 80 definiciones de operaciones priorizadas de la prueba y que el banco de preguntas (1200) se pondrá a consideración de 10 mil bachilleres la próxima semana, para verificar facilidades y dificultades.

Los asambleístas miembros de la Comisión mostraron algunas preocupaciones y recordaron que el organismo, por medio de una resolución, dispuso a las autoridades correspondientes que presenten un nuevo modelo de evaluación para el ingreso a las universidades, que responda a las expectativas de la juventud y los padres de familia. Sin embargo, el requerimiento no ha tenido respuesta hasta el momento, tras plantear la necesidad de poner en marcha un plan de contingencia frente a una mayor demanda de cupos, que se suma al rezago de procesos anteriores.

Indicaron que acorde a las nuevas disposiciones de la Ley; como el actual sistema de evaluación, se garantiza que el acceso sea mucho más democrático, bajo parámetros técnicos, tomando en cuenta la diversidad del país.

Comentaron también que "es importante la inclusión de acciones afirmativas para miembros de pueblos y grupos vulnerables y, avanzar en políticas públicas que eliminen las grandes brechas entre centros educativos de las grandes ciudades y los de la ruralidad". 

Objetaron que el examen mantenga un formato estandarizado, dejando de lado las aptitudes y el campo de orientación vocacional.