El costo de las pasantías o prácticas preprofesionales estará incluido dentro del monto total del arancel para la carrera o programa. Además, no se cobrará monto alguno por concepto de derechos de grado, derechos de disertación de los trabajos de titulación o tesis, y del otorgamiento del título académico.

Representantes estudiantiles de universidades particulares destacan como positivo para ellos algunas disposiciones del nuevo ‘Reglamento de aranceles, matrículas y derechos de las instituciones de educación superior’, aprobado por el Consejo de Educación Superior (CES), aunque el titular de este organismo, Pablo Beltrán, aclara que la normativa rige también para las universidades públicas.

Él se refiere a los estudiantes que pierden el derecho a la gratuidad dentro de la carrera de grado y también a los que cursan los programas de posgrado, los cuales no son gratuitos.

“Sin duda la regulación y transparencia del monto de aranceles, matrículas y demás cobros a los estudiantes por parte de las IES es de vital importancia para limitar posibles abusos y para adaptarse a la realidad socioeconómica de las familias que buscan acceder a una educación superior de calidad”, opina Gustavo Tapia, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL).

“El artículo 11, que menciona la inclusión del costo de pasantías dentro de los aranceles y el no cobro de ningún tipo por concepto de derechos de grado, disertaciones y títulos, presenta un beneficio para los estudiantes que están próximos a obtener su título. Y en cuanto al 12, transparenta los montos de aranceles, matrículas y derechos haciéndolos públicos en sus páginas web, con eso se debería ejercer un control para asegurar que todas lo realicen”, agrega.

Jhon Toro, presidente de la Federación de Estudiantes de Universidades Particulares del Ecuador (Feupe), destaca la fijación del tope del 10 % en las matrículas extraordinarias que determina el artículo 8, “ya que se necesita la regulación estandarizada, donde juega un rol importante que es especifica a la calidad y al acceso a la educación superior en el país”, dice.

Beltrán aclara en primer lugar que el CES no fija aranceles, sino cada universidad en ejercicio de su autonomía. Pero lo que sí hace es establecer una normativa de parámetros y criterios que estas deben considerar.

También enfatiza que el enfoque de la nueva normativa no es sancionador, sino que tiene el objetivo de lograr una mayor cobertura de la educación superior en el país. “ Un reglamento sirve cuando permite alcanzar un objetivo”, complementa.

En ese sentido destaca otra ventaja del nuevo reglamento y es que permite el subsidio cruzado de unas carreras a otras. Se refiere a que hay carreras como Medicina o Nanotecnología, cuya implementación y funcionamiento implica más inversión y costos para una universidad que las de Administración o Derecho, por ejemplo. Pero la idea es que el arancel de estas últimas ayude a financiar el costo de las primeras. Y que de ese modo el monto de un arancel no se vuelva una barrera para el acceso de nuevos y más estudiantes.

Dos Aristas

Más socialización: Tres dirigentes estudiantiles de universidades particulares, incluido el presidente del gremio nacional, afirman que no fueron consultados para la elaboración de la normativa. El titular del CES, Pablo Beltrán, asevera en cambio que recibieron los aportes de todos los diversos actores universitarios durante los talleres en territorio que realizaron.

Control en Posgrados: Los estudiantes piden una normativa similar para los costos de los posgrados, pues aducen que algunos son tan altos que resulta más barato estudiar en el exterior. El CES alega que esto se debe a las anteriores restricciones que reducían la oferta local de posgrados y cree que ahora, al promoverla y ampliarla, los posgrados irán bajando sus precios.