Noboa estrena vocería y giros en la comunicación: ¿Hacia dónde apunta el Gobierno?
La designación de una vocera es un reconocimiento a las limitaciones del Gobierno, pero que no puede ponerla de excusa
El Gobierno del presidente Daniel Noboa dio este 2 de junio de 2025 una nueva muestra del giro que está tomando su régimen en materia de comunicación, con la presentación de las ruedas de prensa semanales a cargo de la nueva portavoz del Palacio de Carondelet, Carolina Jaramillo.
Antes de que la vocera iniciara con los anuncios, la secretaria de Comunicación, Irene Vélez, señaló que este espacio forma parte de una “nueva etapa de cercanía con la prensa como política de comunicación de la Presidencia” y que busca “posicionar mensajes” y compartir las acciones del Gobierno.
Aunque la incorporación de una vocería representa un reconocimiento y un intento de solución a los problemas comunicacionales que venía arrastrando el Gobierno, analistas consultados sostienen que no será suficiente para cumplir con las expectativas del régimen reelecto.
Los cambios en comunicación, un reconocimiento de los errores
“Han entendido las debilidades de sus vocerías y las están renovando con la imagen y la capacidad de una mejor portavoz que los propios ministros”, comenta el consultor político Gustavo Isch, exsecretario de Comunicación, quien considera que ha habido una respuesta a las críticas recibidas.
En ese sentido, según acota, el giro que poco a poco ha tomado el Gobierno en materia de comunicación demuestra que el régimen ha ido aprendiendo a comunicar durante los 18 meses de gestión que tuvo el presidente Daniel Noboa en su primer mandato.
La Cámara Nacional de Pesquería y la Asociación de Atuneros del Ecuador coincidieron en que el retiro del subsidio al diésel representa un fuerte golpe para la operatividad de una de las industrias productivas más importantes del país.
— Diario Expreso (@Expresoec) June 2, 2025
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Las vocerías anteriores de los gobiernos no han sido exitosas
El analista político César Febres-Cordero coincide con Isch y sostiene que acciones como el nuevo espacio semanal de contacto oficial con la prensa constituyen un paso positivo hacia la definición de una línea de comunicación para el Gobierno del presidente Noboa.
Sin embargo, advierte que este tipo de ejercicios no han sido exitosos en el pasado: “Roles similares fueron ejercidos por Carlos Jijón o Juan Sebastián Roldán, sin que su trabajo resolviera los problemas de comunicación de sus respectivos gobiernos”.
Incluso recuerda que el régimen del presidente Noboa ya ha intentado establecer vocerías en temas específicos, pero estas no perduraron. “Por ejemplo, Diana Jácome sobre el caso de Verónica Abad, e Ivonne Núñez sobre el trabajo por horas en la consulta popular”.
La vocería no debe reemplazar la responsabilidad de los ministros
No obstante, Isch resalta que la comunicación, especialmente la gubernamental, solo refleja lo que hace la política. Intentar comunicar sin resultados reales, según advierte, sería únicamente “impostar o disfrazar la gestión con publicidad” y no ofrecer información útil.
El consultor político y exsecretario de Comunicación también alerta que, aunque los cambios son positivos, no deben llevar al error de que los ministros y secretarios dejen de ser los portavoces especializados, pues deben responsabilizarse de sus respectivas carteras de Estado.
“Sería un error que ahora los ministros ya no sean los fusibles del presidente, sino que lo sea la nueva vocera”, considera Isch.
En esa línea, Febres-Cordero plantea una pregunta clave acerca de los alcances de esta estrategia: “¿Solamente aclarará lo que digan los otros voceros particulares y los actores del Gobierno, o marcará la agenda introduciendo o seleccionando nuevos temas con los que ocupar a la prensa?”.
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