Figuras de diablos, dragones, esqueletos, personajes con cuatro caras, son, entre otros, los diferentes diseños de más de 150 máscaras que se exponen en el museo en honor a José Heriberto Cortés, el creador de la llamada ‘Legión Pillareña’.

El museo lo impulsa su hija Janeth, como homenaje a su padre, quien falleció hace seis años. José Heriberto era un artesano, talabartero y hasta panadero, quien buscaba mantener viva las leyendas e historias de Píllaro, cantón donde cada año se celebra la fiesta ancestral y cultural de la ‘Diablada Pillareña’.

José era uno de los que elaboraban las máscaras para el baile ancestral, pero no le gustaba vender. Cada una de sus creaciones las soñaba y después las plasmaba en bocetos para elaborarlas y donarlas.

En su casa dejó las caretas que son movibles y cromáticas y que una de sus hijas ahora las da a conocer en un museo que adecuó en su vivienda.

“Quiero mantener viva la memoria de mi padre. Era un artesano que, a más de elaborar las caretas, también le gustaba salir a bailar durante la semana de las fiestas. Mi padre era un hombre muy creativo y bondadoso, quien siempre quiso mantener viva la cultura de Píllaro”, así lo expresa Janeth.

La exposición cultural y ancestral puede ser apreciada todos los días en las calles García Moreno y Hermana Robalino, en la ciudad de Píllaro. Cada una de las máscaras tiene una historia. Está la figura de cuatro cabezas que representa los estados del ser humano. También el diablo de la lujuria y entre todos, la conocida como el ‘dragón del cáncer’, que no logró culminar porque la enfermedad lo venció.

Cada una de las creaciones fueron elaboradas con materiales reciclados porque su creador tenía respeto con la Pachamama, asegura la hija.

Por más de 50 años se encargó de elaborar máscaras y caretas que ya forman parte de la cultura del cantón de Rumiñahui. Cada una tenía su significado ancestral. Unas eran de las almas en pena, la muerte, duendes, bohemios, cíclopes, dragones, de dos y hasta de cuatro caras, diablos, demonios y también brujas. Entre las esculturas hay figuras que llegan a medir hasta un metro de altura. 

• Un legado cultural

José Heriberto Cortés falleció el 21 de noviembre de 2016, a los 72 años. Hace más de 50 años había comenzado a disfrazarse con sus caretas en la época de inocentes y luego en la ‘Diablada Pillareña’, una tradición que ya es considerada como parte del patrimonio cultural del país.