
Reino Unido, Australia y Canadá reconocen oficialmente al Estado palestino
Se espera que Francia, Portugal y otros cinco países se sumen a esta medida en las próximas horas
El Reino Unido, Australia y Canadá, tres países tradicionalmente aliados de Israel, han dado este domingo 21 de septiembre el paso histórico de reconocer el Estado palestino, un movimiento al que se sumará Portugal en las próximas horas, mientras que Francia y otros cinco países lo harán previsiblemente mañana.
El reconocimiento parece haber sido coordinado por estos tres primeros países más Portugal, en vísperas de una "Conferencia internacional para la solución de los dos estados" que se celebra este lunes en la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Aunque Estados Unidos trató de torpedear este foro, al negar los visados de entrada a la delegación Palestina, esta podrá hacerlo por videoconferencia, tras un voto 'ad hoc' el pasado viernes de la misma Asamblea.
El paso del Reino Unido tiene gran carga simbólica por tratarse de la antigua potencia colonial y firmante en 1917 de la Declaración Balfour, el documento con el que daba su visto bueno a crear un "hogar nacional" para el pueblo judío en la hasta entonces Palestina. Esa declaración se considera el germen histórico del Estado de Israel.
Y aunque el Estado palestino ya lo reconocían antes de hoy 147 países, no había entre ellos ninguno de las economías más fuertes del mundo reunidas en el llamado G7, por lo que la decisión de Reino Unido, Canadá y Francia adquiere así mayor relevancia.
Por añadidura, Reino Unido y Francia son miembros permanentes del Consejo de Seguridad -máximo órgano ejecutivo de la ONU-, y se suman así a la postura de China y de Rusia, para dejar en soledad a Estados Unidos dentro del Consejo, una soledad que ya viene manifestándose en los últimos años: seis veces desde el inicio de la guerra de Gaza ha tenido que vetar Estados Unidos en solitario resoluciones del Consejo que reclamaban a Israel un alto el fuego.
Simultáneamente al anuncio de las tres potencias, el Ejército israelí confirmó este domingo que sus tanques ya están entrando a la ciudad de Gaza, como parte de su ofensiva para tomar la capital gazatí y desplazar de allí a su millón de habitantes. Paralizar esa ofensiva era una de las condiciones de las capitales occidentales para poner en suspenso el reconocimiento y dar más tiempo a las negociaciones, pero Israel ha hecho oídos sordos.
Como era de esperar, la decisión ha sido aplaudida por la Autoridad Palestina, cuyo presidente Mahmud Abás, consideró que constituye "un paso importante y necesario para lograr una paz justa y duradera conforme a las resoluciones de la legitimidad internacional", y anticipó que "allanará el camino para la aplicación de la solución de dos Estados", que permitiría a Palestina vivir "junto al Estado de Israel en seguridad, paz y buena vecindad".
Un pliego de condiciones
Pese a la relevancia diplomática del reconocimiento -que Israel ha descalificado en días previos calificándolo de "un regalo a Hamás"-, éste llega lleno de condiciones que no serán de fácil cumplimiento.
Con más o menos matices, los tres países que hoy dieron el paso coinciden en exigir que Hamás no tenga ningún papel en el futuro Estado palestino -cuando es la fuerza mayoritaria en Gaza-, que ese futuro Estado reconozca el derecho de Israel a existir y que la Autoridad Palestina celebre elecciones democráticas, además de aplicar reformas de calado "en materia de finanzas, gobernanza y educación", en palabras del gobierno de Camberra.
El problema que se presenta de manera inmediata es que, en un escenario posbélico en Gaza, la Autoridad Palestina a la que todos estos países tratan de apuntalar no cuenta para Israel ni para Estados Unidos, que la han excluido de una eventual negociación futura, sin dejar muy claro en su caso qué alternativa proponen.
Israel y EE.UU. han dado a entender que favorecerían una administración internacional o alguna especie de protectorado encargado a varios países árabes aliados, pero ninguno de los árabes ha recogido el guante y tampoco la ONU ha dado crédito a esa solución, que -visiblemente- dejaría a los palestinos sin poder de decisión.
Es decir, aquí y ahora, la Autoridad Palestina es la que cuenta con el mayor apoyo de la comunidad internacional. Y la solución de los dos estados, por difícil que se presente, es la única sobre la mesa.
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