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La _nueva normalidad_ (9777426)
Caso. Viñedos en Mendoza, región vitivinícola que sufre una sequía.efe

La ‘normalidad’ de la sequía en las bodegas argentinas

La región sufre una escasez estructural de agua que se ha agravado en los últimos diez años como consecuencia del cambio climático

Con más de 600 bodegas encargadas de producir alrededor de 10 millones de hectolitros de vino por año, la provincia de Mendoza (oeste) se ha consagrado como la principal exponente de esta bebida en Argentina, un modelo que hoy encara un desafío mayúsculo para su subsistencia: la sequía.

Ubicada en la diagonal árida suramericana, esta región sufre una escasez estructural de agua que se ha agravado en los últimos diez años como consecuencia del cambio climático, obligando a los productores vitivinícolas a adaptarse a esta ‘nueva normalidad’ que, según las proyecciones actuales, ha llegado para quedarse.

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“Llevamos muchos años de bajos de niveles de reserva (de agua) y ese estado crítico ya se volvió la normalidad; entonces los que tenemos que cambiar somos nosotros y entender que tenemos que convivir con esa situación”, asegura Juan Pablo Murgia, enólogo y gerente técnico de Grupo Avinea, compañía especializada en la elaboración de vino orgánico.

Las precipitaciones son escasas en Mendoza (unos 250 litros por metro cuadrado anuales) y la provincia depende del deshielo de la nieve, que durante los meses del verano desciende por la cordillera de los Andes para alimentar las cuencas de los ríos. El problema está, precisamente, en que cada año nieva menos.

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“Los glaciares están retrocediendo, la nieve es escasa y el aumento de la temperatura está generando una situación en donde las cinco cuencas principales de nuestra provincia presentan un estado de sequía entre severa y extrema”, señala Marcela Andino, doctora en Derecho de Aguas y asesora del Departamento General de Irrigación, la autoridad del agua local.

Los datos de este organismo son esclarecedores: el río Mendoza, que nutre a la capital provincial y a la mayoría de las bodegas, escurrió unos 785 hectómetros cúbicos de agua durante la temporada 2021/2022, un 56 % del volumen habitual, lo que supuso la peor campaña de los últimos 50 años.

Esta realidad transforma la sequía hidrológica de Mendoza en una ‘sequía agronómica’, según Andino, mermando la producción de algunos cultivos ante la menor provisión de agua: “Estamos entregando en algunas cuencas casi un 50 % del agua promedio que entregábamos en otras épocas”, afirma la experta.

En este contexto, las bodegas mendocinas han impulsado una ‘tecnificación’ del tipo de riego, que se dividía, tradicionalmente, en dos sistemas: el riego canalizado o de ‘turno’ y el bombeo de las napas en profundidad (pozos), variantes que están igual de afectadas por la escasez de agua.

En el caso del Grupo Avinea, la mayoría de sus viñedos están abastecidos por depósitos, con perforaciones que administran ‘de la mejor forma posible’; al tiempo que aplican la ‘viticultura de precisión’ a la hora de hacer mediciones del suelo y optimizar el riego por goteo.

Cifra600 bodegas producen 10 millones de hectolitros de vinos por año. Mendoza, exponente de la bebida.

Todas las acciones necesarias para sostener la industria vitivinícola de Argentina, país posicionado como el séptimo productor y el décimo exportador mundial de vino.