Los médicos residentes en Inglaterra comenzaron este sábado 24 de febrero una nueva huelga de cinco días, la décima en los últimos meses, para protestar por sus condiciones salariales.

Miles de médicos residentes ('junior doctors') están llamados a parar hasta el próximo 28 de febrero, lo que impactará significativamente en las listas de espera de la sanidad pública, el NHS.

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La ministra de Sanidad, Victoria Atkins, criticó a los negociadores de la British Medical Association (BMA) por negarse a someter la última propuesta gubernamental a votación de sus afiliados.

Según Atkins, el Gobierno les transmitió que estaban dispuestos a ir más allá de la subida del 10,3 % que ya han recibido.

Frente a esta versión, el comité del BMA señaló en un comunicado que "el Gobierno podía haber parado estas huelgas simplemente con una oferta salarial creíble que comience revirtiendo los recortes que nos han infligido desde hace más de una década".

La BMA no descarta nuevas huelgas en el futuro, después de que los médicos residentes ya protagonizaran el paro más largo de la historia del NHS a comienzos del mes de enero, durante seis días consecutivos.

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