
Israel detiene a Greta Thunberg y Trump la llama “persona extraña y enojada”
El presidente de Estados Unidos además le recomendó a Greta Thunberg un curso para aprender a "controlar la ira"
La activista climática sueca Greta Thunberg volvió a estar en el centro de la controversia internacional este lunes, tras ser interceptada por las fuerzas israelíes mientras participaba en una misión humanitaria hacia la Franja de Gaza. Thunberg viajaba a bordo del velero Madleen, parte de la llamada Flotilla de la Libertad, con destino al enclave palestino, con el objetivo de romper el bloqueo y entregar ayuda humanitaria.
Según denunciaron los tripulantes, la embarcación fue “secuestrada en aguas internacionales” por Israel. En un video difundido en redes sociales, la joven activista alertó: “Estamos siendo interceptados y secuestrados en aguas internacionales por las fuerzas de ocupación israelíes”.
Horas después de la detención, el velero fue llevado al puerto israelí de Asdod, donde las autoridades confirmaron que los 12 activistas a bordo, incluida Thunberg, serán deportados.
Trump reaparece con críticas y burlas

El hecho no tardó en tener repercusión política. El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió contra Thunberg durante una rueda de prensa este mismo lunes. Consultado sobre el incidente, declaró: “Creo que debería ir a clases de control de la ira. Esa es mi principal recomendación para ella”.
Además, la calificó como una “persona extraña” y “enojada”, y añadió con ironía que “Israel ya tiene suficientes problemas como para secuestrar a Greta Thunberg”.
Las declaraciones de Trump generaron reacciones divididas en redes sociales. Mientras algunos respaldaron su postura crítica hacia el activismo de Thunberg, otros lo acusaron de trivializar una situación de posible violación del derecho internacional.
Una misión con alto riesgo político

La participación de Greta Thunberg en la Flotilla de la Libertad es parte de su activismo por los derechos humanos y la justicia climática. La misión buscaba denunciar el bloqueo sobre Gaza y visibilizar la situación humanitaria en el enclave palestino. La tensión geopolítica en la región, sin embargo, convirtió el intento en un nuevo foco de confrontación.
Por el momento, no se ha confirmado la fecha exacta de deportación de los activistas, pero las autoridades israelíes aseguraron que todos serán retirados del país “en el menor tiempo posible”.
El caso vuelve a poner en evidencia el rol del activismo global en zonas de conflicto y el uso político de figuras públicas como Thunberg en narrativas internacionales. Mientras tanto, el destino de la ayuda humanitaria que portaba el velero Madleen sigue siendo incierto.
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