Autoridades colombianas rechazaron este miércoles 7 de julio el secuestro de la sargento Ghislaine Ramírez y sus dos hijos por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, un día antes de que entre en vigor el cese el fuego alcanzado entre la guerrilla y el Gobierno.

El Ejército colombiano informó este miércoles que el ELN secuestró a una sargento de su tropa y a sus dos hijos, de 6 y 8 años, uno de ellos con condición autista, mientras viajaban por carretera.

Este acto representa "una actitud bipolar" de los dirigentes del ELN, en palabras del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, quien espera que la guerrilla "reconozca el secuestro y haga las acciones inmediatas para liberar a esta señora y sus hijos".

Por su parte, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP) condenó "enérgicamente" el secuestro y pidió al ELN "pronunciarse sobre este hecho violatorio del Derecho Internacional Humanitario y, de ser responsables, a liberar a estas personas inmediatamente".

La OACP aprovechó la ocasión para solidarizarse con las familias de tres patrulleros de la Policía Nacional asesinados por el ELN en el departamento del Norte de Santander (noreste)."Frente a esta serie de hechos repudiables, la OACP ya adelanta las gestiones correspondientes a su mandato", indicó en un mensaje de Twitter.

Asimismo, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, criticó que "no puede hablarse de paz y simultáneamente secuestrar a una mujer y a sus pequeños hijos, solo por el hecho de tratarse de una integrante de la Fuerza Pública", por lo que exigió al ELN liberarlos "inmediatamente".

El Ministerio de Defensa aseguró que "este es un delito que siempre será castigado y que no tiene ninguna justificación".