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El presidente de Colombia Gustavo Petro (izquierda) saluda al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken (der.), luego de una rueda de prensa en Bogotá.EFE

Colombia y EE. UU. discrepan en tema de extradición, pero se acercan en el de drogas

El presidente colombiano, Gustavo Petro, y el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, tuvieron una reunión sobre varios temas en Bogotá

La visita del secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, el lunes a Bogotá, sirvió para acercar posturas con la política de drogas planteada por el nuevo Gobierno del presidente colombiano, Gustavo Petro, aunque también se manifestaron discrepancias sobre migración y extradiciones.

Colombia, tradicional aliado de Estados Unidos en la región, fue la primera parada de la gira latinoamericana de Blinken, quien observa con atención el giro a la izquierda del país andino y busca áreas de cooperación que permitan sortear las diferencias ideológicas.

Tenemos muchos puntos en común en prácticamente todos los problemas que tenemos que abordar. En el combate de las drogas, por ejemplo, apoyamos firmemente el enfoque integral de la Administración (de Gustavo Petro).

Antony Blinken

Fue la respuesta pública dada por Blinken en una rueda de prensa con el mandatario colombiano tras reunirse en la sede presidencial, al firme alegato que hizo Petro hace dos semanas en la Asamblea General de Naciones Unidas, donde criticó la guerra frontal contra el narcotráfico patrocinada durante décadas por EE.UU.

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Blinken coincidió con Petro en la necesidad de adoptar un enfoque "integral" que, además de perseguir a los delincuentes, busque ayudar a los campesinos a encontrar cultivos alternativos a los ilícitos, defienda el medioambiente y se reduzca el consumo de drogas en Estados Unidos y, por tanto, la demanda de drogas.

El mandatario colombiano fue muy claro ante el secretario de Estado que bajo su Gobierno ya no se permite erradicar de forma aérea y forzada campos de cultivo con glifosato, una estrategia que "no sirve y criminaliza a los campesinos productores de hoja de coca", denunció.

Petro quiso diferenciar a los campesinos de los capos del narcotráfico, a los que sí hay que perseguir. En ese sentido, pidió a Estados Unidos que le eche una mano en dos ámbitos: aumentar la vigilancia de la droga que sale de Colombia vía aérea y marítima; y "aumentar la capacidad de inteligencia para capturar a los dueños del narcotráfico".

El presidente Gustavo Petro (9151988)
Gustavo Petro (izq.) y Antony Blinken dieron una rueda de prensa conjunta, con auriculares para la traducción simultánea.EFE

DIFERENCIAS EN EXTRADICIÓN

Las diferencias, sin embargo, se manifestaron al tratar el cambio de política de extradiciones planteado por el Gobierno de Petro.

El líder izquierdista defendió que el "que decida acogerse a la Justicia en Colombia y dar garantías de no repetición", no será extraditado, como forma de darles una segunda oportunidad.

El que decida acogerse a la Justicia en Colombia y dar garantías de no repetición, no será extraditado.

Gustavo Petro
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Blinken se mostró frío ante ese plan, pues subrayó que respeta "plenamente las decisiones soberanas" de Colombia, pero reivindicó que la política de extradiciones aplicada durante décadas "ha beneficiado" a ambos países.

Además del narcotráfico, el otro gran asunto sobre la mesa del encuentro es el acercamiento del nuevo Gobierno de Colombia con el Ejecutivo de Nicolás Maduro en Venezuela, países que acaban de restablecer sus relaciones diplomáticas y han reabierto su frontera común.

Estados Unidos confía en que Petro interceda para que Maduro reanude las negociaciones con la oposición venezolana y resolver la crisis política del país petrolero en un momento de altibajos en el mercado global de energía por la guerra de Ucrania.

Francia Márquez
La vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, observa al secretario de Estado de EE. UU. Antony Blinken, firmar su apoyo al capítulo étnico del acuerdo de paz.EFE