No mirar la paja en ojo Ajeno
El adagio popular es muy sabio cuando dice: “no mires la paja en ojo ajeno”. El tema tiene que ver con los problemas originados antes, durante y después de la ‘gala azul’ que programó Emelec con “bombos y platillos” en el remozado escenario de la calle San Martín.
Si la dirigencia “eléctrica” niega haber vendido más boletos de lo que permite el aforo del estadio y autoridades respectivas, es razonable que pidan todas las disculpas que el caso amerita a quienes, teniendo boleto en mano, no encontraron asientos disponibles, mientras que otros más afectados, ni siquiera pudieron ingresar a la fiesta que tenían como invitados especiales a dos grandes talentos del fútbol mundial como el español David Villa y el italiano Andrea Pirlo.
Es una verdadera lástima que mientras en la tienda amarilla continúan ventilando casos de pillastres vestidos de aficionados, en el otro lado se quiera hacer fisga de las ordenanzas del SRI, sin importar la calidad de servicio que debe recibir toda persona que paga su entrada.
No es hora para lamentaciones ni mirar “la paja en ojo ajeno”, sino en saber manejarse de manera positiva y evitar así los errores administrativos que son de dominio público. Si la dirigencia de Emelec y Barcelona quieren sanear sus instituciones, es hora de zafarse de los pésimos recuerdos que dejaron otros. Si desean librarse de males que asfixian a nuestro fútbol, sacúdanse de toda la mediocridad imperante y entren en lo profesional, en lo ético, y solo así podrán valer los proyectos que pongan a consideración de propios y extraños.
La afición pide que los clubes del Astillero programen algo más novedoso que perdure en el tiempo y que se anide en el corazón de niños y jóvenes del futuro; dejen de mirar la “paja en ojo ajeno”. La clientela está ávida del buen espectáculo, luce cansada por las continuas nacionalizaciones y contrataciones de “amigos” que nos llegan del extranjero y que luego se convierten en carga pesada para el club.