Mirar al campo (II)

El desarrollo agrícola es tarea compleja, pero uno de sus componentes básicos es el acceso a la información como instrumento para afianzar el desarrollo del campo ecuatoriano.

El valor de la información debe ser visto desde dos ópticas: la de las implicaciones prácticas, y la técnica.

En lo práctico, todos somos testigos del impacto de las comunicaciones en nuestra vida diaria; el teléfono celular es hoy el instrumento más ubicuo de nuestro diario vivir, y el acceso a internet nos permite el contacto global.

Vivimos la era de las comunicaciones instantáneas y esa realidad ha cambiado nuestras vidas.

En el ámbito económico, la información y la facilidad de las comunicaciones es esencial para la formación de los precios y la integración de los mercados.

Sin información uno está marginado. Es la condición de aquellos campesinos que deben vender sus productos a precios de “gallina con peste” mientras quienes dominan el intercambio (esto es la actividad de comprar y vender) se llevan el grueso de la renta que produce el agro. Es una fórmula para empobrecer a la gente y causar el abandono de las fincas, afectar la seguridad alimentaria, y provocar el crecimiento desmesurado de los centros urbanos.

Se requiere contar con un portal de información agrícola al que tengan acceso todos los productores y puedan adquirir cabal conocimiento de los precios en los diferentes eslabones de la cadena de comercialización.

La información requerida abarca todo lo imaginable: los costos de producción, las mejores prácticas agrícolas, el uso de suelos y riego, las nociones de contabilidad, finanzas, oferta y demanda, y el uso de semillas y fertilizantes. La localización de los mercados, el costo de transporte, el acceso al crédito, y las oportunidades de negocios son datos que completan el espectro de posibilidades.

El portal debe ser un sitio de intercambio virtual para afianzar el comercio de los productos denominados no transables, que hoy lo son debido a la opacidad y fragmentación de los mercados.

Existe la estructura de los Centros Agrícolas Cantonales, y una Bolsa de Productos Agropecuarios que pueden coadyuvar en la organización de mercados vibrantes y de alta dinamia empresarial. La universidad debe jugar un rol pivotal en este empeño pues tiene la capacidad de talento instalada, y la infraestructura requerida para impulsar este emprendimiento.

El Portal Agrícola puede ampliar su función si hace acopio formal y efectivo de la información que nace desde los mismos productores.

No se trata de tabulaciones censales sino de información dinámica que recoja la experiencia de los productores agrícolas, y de sus circunstancias. Un instrumento que se convierta, a través de la enseñanza a distancia, en un efectivo medio de intercambio de información en tiempo real.

El gobierno puede apoyar con sus recursos para ampliar la base de datos y ampliar la digitalización del país, mas sin intromisión burocrática que todo lo tiende a distorsionar.

Es un principio de acción. Es hora de abandonar la palabrería y de ponerse manos a la obra.