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Las mineras globales reflexionan su negocio

Espera. BHP mantiene aplazado su proyecto de ampliar su mina de cobre debido a los bajos precios.

Los conglomerados mineros globales enfrentan un dilema urgente ante el prolongado bajón de los commodities: invertir grandes sumas en nuevos proyectos pese a la falta de indicios firmes sobre una mejoría o esperar hasta que se afiance una recuperación de los precios.

En el fondo de la decisión de cada empresa está la pregunta de si China dejó de ser el motor de una voraz demanda de recursos naturales o se prepara para aumentar el gasto en bienes de consumo como refrigeradores y sistemas de aire acondicionado. En caso de que sea lo segundo, el país requerirá materias primas que no han estado a la vanguardia de su industrialización.

Para los ejecutivos mineros, significa navegar un ciclo que, según los expertos, difiere de cualquier otro en los últimos 100 años. La minería normalmente experimenta ciclos de auge y caída de alrededor de cuatro años, si bien algunos superciclos pueden durar décadas. No se sabe con certeza si la industria se encuentra en el umbral de un renovado auge o si aún se está replegando después del último.

“Estamos seguros de que el mercado en este momento no necesita más toneladas”, señala Nev Power, presidente ejecutivo de Fortescue Metals Group. La empresa no contempla expandir la producción de mineral de hierro.

BHP Billiton Ltd., que desde hace tiempo ha querido ampliar su mina de cobre Olympic Dam, redujo sus ambiciones debido a la debilidad de los precios de los commodities. Ahora busca extraer minerales de forma más barata, pero esas pruebas no se completarán hasta al menos 2019, lo que significa que una expansión no ocurrirá hasta por lo menos la próxima década.

Las grandes mineras globales fueron criticadas en los últimos años por inundar el mercado con mineral de hierro, justo cuando la demanda se desaceleraba, lo que dejó al mundo con un exceso de suministro del principal ingrediente del acero.

Los pronósticos sobre los commodities también se ven frustrados por la innovación y el cambio político. Las perspectivas del carbón varían según la evolución de la política china sobre la industria local y la polución del aire.

Igualmente, nuevas operaciones tardan en comenzar. Una mina de cobre de considerable envergadura demora un promedio de 12 años en pasar del descubrimiento a la producción. “Es muy difícil acertar el momento preciso”, dice Graham Kerr, presidente ejecutivo de South32 Ltd., una minera que nació de activos escindidos por BHP Billiton. “La industria no ha sido particularmente buena a la hora de predecir cuándo el mercado siderúrgico va a estar en su cénit, o cuándo el cobre tendrá un exceso de oferta o un déficit”.