
Maternidad sin gestacion
La historia de la cigüeña entrará en desuso y la posibilidad de cambiar uno de los procesos más fundamentales que experimentan los seres humanos está cerca.
La historia de la cigüeña entrará en desuso y la posibilidad de cambiar uno de los procesos más fundamentales que experimentan los seres humanos está cerca. El futuro, entre tantas otras cosas, pinta una maternidad sin gestación.
Desarrollar un feto en un útero artificial, fuera del cuerpo, es lo que plantea la ectogénesis y los expertos ya han lanzado sus predicciones al respecto: en 20 años el proceso será real y eficiente, se esparcirá alrededor del mundo en 30 años y en el 2074 menos del 30 % de los nacimientos serán humanos.
El término fue acuñado en 1924 por el científico británico John Burdon Sanderson Haldane y no se ha quedado en pausa. Los científicos están trabajando activamente en el desarrollo de esta tecnología, principalmente por razones médicas.
Hay dos esfuerzos que son citados comúnmente. Uno centrando en encontrar la manera de salvar a los bebés prematuros y otro ideado para ayudar a las mujeres incapaces de concebir y gestar bebés. El profesor japonés el Dr. Yoshinori Kuwabara, de la Universidad de Juntendo, gestó con éxito embriones de cabra en una máquina que mantiene el líquido amniótico en tanques. Mientras que la doctora Helen Hung Ching Liu, directora del laboratorio de endocrinología reproductiva en el Centro de Medicina Reproductiva e Infertilidad de la Universidad de Cornell, de manera casi secreta, tuvo éxito en el crecimiento casi completo de un embrión de ratón, mediante la adición de tejido endometrial a un andamio extra-uterino construido con bioingeniería.
Un experimento más reciente hizo crecer un embrión humano durante 10 días en un útero artificial. Sin embargo, su trabajo fue limitado por una legislación que impone un tope de 14 días para hacer este tipo de investigaciones y proyectos.
Pero ¿cómo es el proceso? La ectogénesis plantea: un acuario lleno de líquido amniótico, con tubos de alimentación y cables de monitoreo conectados a un organismo vivo en desarrollo. Estos tubos se encargan de llevar los nutrientes, oxígeno y todos los elementos necesarios para crear un organismo y ayudarlo a sobrevivir; los cables monitorean todo lo que sucede dentro.
Aún existen implicaciones legales y éticas que la Ciencia debe vencer para continuar los experimentos, pero esto no lo vuelve imposible. Es mejor que empecemos a olvidar a la cigüeña.
PROS Y CONTRAS
Madres tranquilas
La llegada de la ectogénesis significaría que las mujeres ya no tendrían que soportar la exclusiva responsabilidad de dar a luz y dejarían de preocuparse por lo que comen o lo que hacen.
Menos riesgos
El nacimiento natural está lleno de peligros, y la ectogénesis podría, poco a poco, ofrecer una alternativa segura. Teóricamente, cada latido del corazón, cada patada, y el momento de la vida de un feto podría ser monitoreado.
Sociedad confundida
La cuestión filosófica más frecuente es cómo cambiaría la forma en la que la sociedad ve a las mujeres. Unos creen que la feminidad se perdería por un proceso artificial y otros, que podría desencadenar a las mujeres del hogar, y ampliar la edad de la maternidad.
Políticas difíciles
Los derechos reproductivos y la procreación son algunos de los temas más pesados en la mayoría de los países. Más aún cuando los puntos de vista sociales conservadores y ciertas preocupaciones religiosas, parecen unirse con fuerza contra la tecnología.